Colomba pasquale, el panettone de la Semana Santa

En Milán idearon los postres que ahora replican pasteleros de medio mundo. La colomba pasquale nació en los años treinta del siglo pasado al amparo de un anunciante de la empresa Motta, Dino Villani, a quien se le ocurrió utilizar la maquinaria para la producción de panettone navideño durante la Pascua, creando un postre con una masa muy parecida. Lo que nació como argumento de venta para ampliar la rentabilidad, se convirtió en receta de éxito que casi un siglo después se extiende como la espuma. Harina, agua, leche, levadura, mantequilla, fruta confitada y hierbas y un glaseado de almendra son esencia de un postre que admite, como no, variaciones e interpretaciones diversas.

En la pastelería Argüelles de Gijón lo versionan incorporando gianduja, limón siciliano y glaseándola con el chocolate Ghana, que elabora el propio repostero. El proceso de elaboración es similar al del panettone: una masa madre a base de harina y agua sin levadura que crece a base de una fermentación lenta natural. Aunque la creciente popularidad del postre es irrebatible, el dulce está lejos de robar el protagonismo a los infinitas figuras de chocolate que decoran estos días los escaparates de las pastelerías asturianas. Dinosaurios, balones de fútbol, casas o coches de carreras compiten con Frozen, Nintendo o la Patrulla Canina en la conquista de la ilusión infantil.