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E. C.
Viernes, 21 de abril 2023, 22:17
Las cholitas bolivianas escalan montañas a diario. En sentido literal y figurado, porque llegar a ser porteadoras en los Andes no fue sencillo. Lo normal no hace mucho tiempo era que las mujeres se quedaran cocinando en el campamento base y vieran partir a los ... excursionistas hacia las cimas más emblemáticas de América Latina acompañados por los guías, que normalmente eran sus maridos. Siempre hombres. Hasta que este grupo de mujeres indígenas, con edades comprendidas entre los 24 y los 50 años, se paró para cambiar las cosas.
Se han convertido en todo un símbolo de liberación y empoderamiento femenino sin renunciar a sus raíces y su tradición porque, además, lo que cocinan en altura es el paisaje que mejor conocen. El chairo paceño es uno de sus platos más reconocidos. Una sopa que se prepara con ingredientes deshidratados, ya que así duran más. Es la manera en que las cholitas rinden tributo a sus antepasados aimaras, un pueblo indígena originario de América del Sur que se alimenta con lo que obtiene de la tierra. Por la revolución cholita que permitieron, así como por el legado de la cocina de montaña que practican en altura, FéminAs les otorgará en su tercera edición el Premio Guardianas de la Tradición.
Antes de imponerse, las cholitas se limitaban a llevar los alimentos y, como mucho, ejercer como porteadoras de apoyo en las expediciones que se adentraban en la cordillera de los Andes. Así fue hasta que en 2015 un grupo inició un camino que se ha convertido en una historia de superación y lucha por la igualdad. Orgullosas de sus raíces y ataviadas con la falda tradicional (chola) emprendieron ruta hacia el nevado Huayna Potosí (6.088 metros), la primera de muchas otras cimas que han ido sumando.
Los inicios no fueron fáciles, pues las cholitas se enfrentaron a los prejuicios de otros alpinistas. Pero, con el apoyo de sus parejas, demostraron tenacidad y vocación y hoy por hoy pueden presumir de contar entre sus proezas con las cimas del Acotango, el Parinacota, el Pomarapi o el Illimani, entre otras, todas montañas de más de 6.000 metros. La guinda del pastel la consiguieron en 2019 cuando lograron alcanzar la cumbre de la montaña más alta de América Latina, el argentino Aconcagua, con 6.961 metros. Fue así como pasaron a ser las cholitas escaladoras.
No sólo quieren reivindicar el orgullo indígena y la lucha por la igualdad, sino también crear consciencia de la necesidad de actuar para frenar el cambio climático. Además, han sido reconocidas por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas como colaboradoras de alto nivel para promover una mejor nutrición y empoderar a las mujeres en Bolivia.
Las Cholitas Escaladoras de Bolivia tomarán el relevo en FéminAs de la Asociación Cocineras Tradicionales de Oaxaca (México) y la Sociedad Picantera de Arequipa (Perú), que consiguieron el Premio Guardianas de la Tradición en 2021 y 2022, respectivamente. En las cuencas mineras estarán Dora Magueño y Ana Lía Gonzáles.
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