Fame es el nombre de una cerveza pensada para acompañar en la mesa. Fue, además, el primer proyecto más allá de los fogones de Borja Alcázar, propietario del restaurante Abrelatas en Siero, y su primera incursión como elaborador en el mundo de las bebidas alcohólicas. ... Después vendría un 'clarete' con el que dignificar el particular universo de los chatos e incluso la plantación de un viñedo en Sariego. Emprendedor como pocos, convierte las intrascendentes charlas entre amigos en productos con los que dar un giro de tuerca al mercado.
-Fame es una cerveza de mesa. Explíquenos el concepto
-Es una cerveza pensada para comer y sustituir el vino o la sidra de mesa en los restaurantes. Por eso, comenzamos comercializándola en botellas de 75 centilitros, aunque por primera vez este año también lo venderemos en el formato habitual, más pequeño. Buscábamos una cerveza muy fresca, que entrara bien y limpiara la boca. Ligera y suave, sin mucho carbónico para que no fuera demasiado persistente y permitiera acompañar las comidas sin robar protagonismo a los platos.
La primera cerveza asturiana de vendimia estrena esta añada formato y matices
-Su origen fue de lo más intrascendente
-Una conversación entre amigos hablando, precisamente, de que aquí no existían cervezas para acompañar la experiencia gastronómica. Nos calentamos y... apostamos por una cerveza saison, que no tiene nada que ver con las ipas, tan de moda. Proviene de la zona de Bélgica, en donde la elaboraban tradicionalmente los campesinos, que la disfrutaban después de ir a la hierba como un trago refrescante.
-¿Adoptaron un nombre asturiano para un producto idéntico?
-El siguiente paso fue asturianizar el producto, queríamos traerlo a la tierra e hicimos un montón de pruebas. Con manzana, con algas, con vinagre.... Finalmente apostamos por incorporar uva de Cangas y hacer una cerveza de vendimia, que existe en muchas partes del mundo pero aquí no y era una pena
-Ahora la elaboran por añadas
-Y llevamos cuatro. Incorporamos alvarín blanco. Antes, la uva venía de Vitheras; este año trabajamos con Monasterio de Corias a través de Coalla, que compra prácticamente la totalidad de la producción en la botella de gran formato.
-Este año estrenan elaborador.
-Sí, la hemos hecho con la cervecería D'Equi, en Colloto, y hasta ahora era cosa de Cotoya. A Diego -propietario de la cervecera- le salió un proyecto en Tenerife pero ha seguido vinculado y haciendo pruebas.
-¿Está satisfecho con la última añada?
-Mucho. Cada año es distinta; es un producto muy artesanal. Por primera vez, mallamos la uva y fermentamos el mosto quince dias antes de añadirlo a la cerveza. Además, incorporamos al final del proceso levaduras extra de champán. El resultado es muy redondo
-¿Tienen excedente?
-La producción es pequeña y no tenemos en mente ampliarla por lo que es raro llegar a mitad de año con cerveza. Este año sacamos 900 botellas de 0.75 cl y 800 de 0.33. Comenzamos elaborando 400 litros y ahora estamos en mil. En principio, ahí nos quedamos.
-Después de Fame llegó Rabicu.
-Siempre me ha gustado mucho el mundo de la sidra, el vino, la cerveza... Con Rabicu quería recuperar el clarete que bebían los paisanos de antes en los bares y darle cierto punto de calidad. Lo elaboramos en León.
-Incluso ha dado el salto a las viñas.
-Plantamos albarín negro para elaborar el primer vino de Sariego de la época moderna. Los libros recogen que en torno al siglo XV se elaboraba en los monasterios de San Bartolomé de Nava y Valdediós.
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