«El norte es un mercado clave porque se consume más y mejor vino»

-Estamos estrenando año. Haga balance de lo último.

-Bajamos poco durante la pandemia porque teníamos muchos frentes abiertos, las exportaciones entre ellos, con los que compensamos la caída que tuvo la hostelería al estar cerrada. En números, bajamos en torno al 5,2% en 2020, mientras que 2021 fue un año espectacular, con crecimientos cercanos al 20%. Es nuestro mejor ejercicio hasta la fecha. El pasado 2022 se comportó especialmente bien hasta junio, con crecimientos de dos dígitos, pero, en verano, tal vez por las sucesivas olas de calor, bajó el consumo de vino de manera generalizada en todo el país. En otoño el consumo fue el habitual, por lo que prevemos crecer entre un 3 y un 5% en facturación.

-¿Qué puesto ocupa Asturias en el presente de Protos?

-Ribera de Duero se puso de moda primero del sur de Castilla y León para abajo; en Andalucía competimos de tú a tú con Rioja, que es el líder de venta. Lo que iba más lento era el norte, pero hasta hace tres o cinco años. Hablamos de una zona que es muy importante porque, comparativamente, se consume más y mejor vino. Ahora notamos que está subiendo el consumo de Ribera de Duero y para nosotros, particularmente, Asturias es de nuestros mejores mercados, donde hemos aumentado las ventas un 230% en el último lustro. Es nuestra décima comunidad en importancia, nada mal para su población.

-¿Cómo es el consumidor asturiano?

-Valora más los productos agroalimentarios y está dispuesto a pagar más por ellos. Pasa parecido con el catalán, que no sacrifica la calidad por la cantidad. Por eso Asturias es un mercado prioritario para nosotros.

-Entre los planes para 2023 tienen la apertura de un restaurante.

-En Protos repartimos un 30% de dividendos, pero el resto se invierte en la propia bodega. Hace dos años dejamos de producir en la bodega original, la de 1927; nos mudamos y cambiamos la capacidad productiva. Pero no queríamos perder este edificio histórico de Peñafiel, así que decidimos hacer ahí un bar, una enoteca y un restaurante que inauguraremos este año. Hasta el momento solo estaba la tienda, pero queremos ofrecer una visita completa para que los visitantes conozcan el lugar y lo que hacemos.

-Los lagareros asturianos han aprendido del mundo del vino y ya venden 'sidraturismo'.

-Sí. Nosotros queremos ir más allá. El cliente ya está cansado de ver instalaciones, por eso daremos importancia a las catas maridadas.

-Han plantado en Soria. ¿Tiene que ver con el cambio climático?

-Nuestra denominación de origen es muy longitudinal. Va de oeste a este de Valladolid a Soria pasando por Burgos. Cuanto más al este vayas, mayor es la altitud. Protos nace en Peñafiel, a 750 metros de altitud, por lo que ya se consideran viñedos de altura y, aún así, es la parte más baja de Ribera. En los 80, construimos una bodega en Burgos para optar a una superficie diferente. Hoy, el 60% de la producción viene de esta y el 40%, de Valladolid. El nuevo reto es irnos a Soria para plantar viñedo y hacer una bodega nueva. ¿Por qué? Porque estamos a casi 1.000 metros de altitud, tendremos parámetros distintos y ganamos diversificación de riesgos. Así, en años extremadamente calurosos y secos, en Soria habrá producto, mientras que en años fríos con pocas horas de sol será en Valladolid.

-Tintos, blancos... ¿y los rosados?

-Tenemos nuestra gama tradicional de tintos (crianza, reserva y gran reserva) y hace quince años invertimos en Rueda. Lo próximo son los rosados, que es un consumo de tendencia. Pasó de ocupar el 5% del nicho mundial al 10% en diez años y sigue creciendo. Además en esto hay mucha menos competencia.

-¿Y lo ecológico?

-Una decisión tomada recientemente ha sido traspasar todos los viñedos propios de Ribera de Duero a ecológico. Empezamos en 2019 y se necesitan tres años para lograr la certificación, por lo que la cosecha de 2021 ya lo está. Hemos sacados al mercado tres productos ecológicos: un tinto 9 meses, un cuvée blanco y un rosé.

-Hablamos antes de Asturias en lo profesional, pero también es una tierra que le tira en lo personal, ¿verdad?

-Mi abuela era gijonesa de El Natahoyo y se casó con un leonés, pero, aunque al principio vivieron aquí, donde nació mi tío, la guerra les llevó a Valladolid. Allí ya nació mi madre, aunque mi familia sigue en Gijón, donde llevo veraneando toda la vida.