Asturias reina en el sector quesero mundial

Hasta ocho veces pusieron el foco en Asturias los World Cheese Awards 2018, el campeonato mundial de quesos celebrado en Bergen (Noruega) el pasado lunes. Rey Silo, Central Lechera Asturiana y la Quesería Artesanal Lazana se llevaron buenas palabras y el reconocimiento de un jurado experto que se fijaba en «la corteza, el cuerpo del queso, el color, la textura, su consistencia y, ante todo, su sabor».

De los ocho reconocimientos, uno fue de oro. La medalla dorada se la llevó Rey Silo por su queso Blanco. Se trata de un producto con corteza natural de Geotricum Candidum y de consistencia variable, dependiendo del grado de maduración. Es cremoso y de pasta mantecosa.

Medallas de plata hubo cuatro. Dos fueron también para Rey Silo, esta vez por su Massimo y su Besos. El primero está hecho con leche entera cruda de vaca y tiene más de cuatro meses de maduración. Besos, por su parte, es un queso pequeño y cremoso, elaborado con leche cruda de vaca de sabor persistente y complejo, con una corteza aterciopelada y blanca, recubierta de Geotrichum candidum y Penicillium, lo que le aporta diferentes matices a la pasta, de consistencia muy cremosa y fundente.

Lazana recibió medalla de plata por su queso homónimo afinado. Es de intensidad media, su corteza desprende un olor fresco, típico a seta y champiñón mezclado con notas sutiles que recuerdan a vegetales fermentados. El interior es más suave con matices lácticos de nata y mantequilla, vegetales (heno) y de tierra húmeda.

El medallero plateado lo completa Central Leche Asturiana con su Queso D.O.P. Cabrales Cueva del Molín. Se trata de un queso azul de fabricación artesanal, fabricado con leche cruda de vaca, madurado en cueva natural y con un proceso de curación de tres meses.

También hubo medallas de bronce. Se las llevaron Central Lechera Asturiana por su Queso Ahumado para Sándwich, y Rey Silo por su Asturblue y, de nuevo, por su Blanco, si bien aquí en otra categoría.

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