Los asturianos de Michelin esperan poner fin a cinco años de sequía

La oportunidad de poner fin a un lustro de sequía llega esta tarde. La nueva edición de la prestigiosa guía Michelin se presenta en un acto a puerta cerrada en Madrid, que se podrá seguir en directo de forma telemática a partir de las 20 horas.

En la gala se darán a conocer nuevos nombres, con el aviso de que habrá muchos debutantes con una estrella, varios que conseguirán su segunda y establecimientos que inaugurarán la categoría 'estrella verde' por apostar por la sostenibilidad.

Las quinielas son inevitables a estas alturas. También la ilusión, pues de haber buenas noticias se pondría fin a la segunda peor racha de Asturias en sus páginas, solo superada por el tiempo transcurrido desde que la consiguieron Casa Gerardo (1991) y Casa Marcial (1999) y equiparada al lapso entre que las recibieron Koldo Miranda y Alejandro G. Urrutia (2007) y la recuperó Gonzalo Pañeda (2012).

Los actuales ocho 'michelines' asturianos, que confieren a la región nueve brillos, pues Casa Marcial de Nacho Manzano tiene dos, anhelan novedades en la región. «Este año imperará el respeto, no creo que nos hagan daño, pero tampoco pienso que haya nuevas estrellas», dice Isaac Loya, en la guía desde 2005. Más optimista, José Antonio Campoviejo, que lleva en la publicación desde que empezó el milenio y «siempre hago mis apuestas» confía en que «sí va a haber celebración, creo que van a caer dos nuevas estrellas en Asturias».

Los motivos para pensar en positivo los detalla Jaime Uz, en la guía desde 2014: «En materia prima y producto somos aventajados, tenemos gente apostando por negocios singulares y haciendo cosas diferentes y jóvenes pegando fuerte que son el futuro de la gastronomía asturiana».

El dueño de El Retiro tiene por costumbre ver la gala porque, dice, es una forma de enterarse de las novedades y comentarlas con los amigos y alegrarse por las buenas noticias. «Que cayera algo sería síntoma de que la comunidad goza de buena salud, gastronómicamente hablando», cree, y aprovecha para lanzar una propuesta a los inspectores encargados de tomar las decisiones: «Me gustaría que se la dieran a Diego, de Regueiro, que además de ser un gran amigo lo hace muy bien y lleva tiempo mereciéndola».

También en Regueiro y en Pedro Martino piensa Gonzalo Pañeda, quien advierte de la dificultad de identificar a los inspectores. «Recuerdo sospechar de cada cliente que comía solo en La Solana, pero ahora la individualidad es algo habitual, así que se hace imposible», explica.

En el extraño 2020, los chefs no han notado un funcionamiento diferente en la guía. «Su trabajo lo hicieron, así que veo bien que saquen la guía este año. Me consta que hubo visitas a los restaurantes», dice el único 'biestrellado' asturiano. «Serán comprensivos, pero habrá nuevas estrellas , ¿por qué no? Ojalá alguna nos quede cerca», termina su hermana Esther, en la guía desde 2014. «Tengo curiosidad por ver cómo hacen la gala; con el prestigio que tienen y ya que la hacen, tendrá que ser bueno», apunta Marcos Morán, al frente del restaurante asturiano más veterano en la publicación, Casa Gerardo entró en 1991. Lo que es seguro es que la presentación tendrá mucho de homenaje al sector.