Veinticuatro son los años que han pasado desde que Aldea abriera sus puertas, de la mano de Carmen Martínez Rodríguez. Su ilusión era abastecer de producto tradicional asturiano a las cercanías de Posada de Llanera. Hoy en día, esta población situada en ... el centro de Asturias, es punto de peregrinación para todo aquel que quiere disfrutar de la que se dice que es una de las mejores empanadas del mundo.
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La ambiciosa idea de recuperar la receta de los postres tradicionales –carajitos, marañuelas, casadielles o suspiros–, desencadenó también el deseo de elaborar empanadas artesanas. En el año 1995 comienzan a producir las primeras piezas de atún. Actualmente, 20 son los sabores que conforman el mostrador de este obrador llanerense.
«Hoy en día somos doce personas en plantilla. Mi hija dejó su profesión como odontóloga y se unió al negocio familiar. No se sabe nunca lo que depara el futuro, pero mi ilusión es que esto no decaiga», explica Carmen Martínez Rodríguez.
Uno de los pilares que sostiene con fuerza Aldea es su capacidad de diversificar y mantenerse al día. Su web y su tienda 'online', activas desde hace más de dos décadas, fueron pioneras en su sector. «Con ella conseguimos hacer llegar a los hogares españoles nuestros productos. Muchos de nuestros clientes son asturianos que viven fuera y tienen antojo de recetas típicas».
A su presencia en internet se suma el servicio de 'catering', con el que asisten a múltiples actos institucionales, pero con el que además acompañan a familias en momentos privados. «Todo empezó en el 2000, cuando el festival Doctor Music se celebró en La Morgal. Vinieron a la tienda y me preguntaron si podríamos estar en la presentación que harían en Madrid. El boca a boca hizo el resto. El servicio de 'catering' nos da muchísimo trabajo, pero también nos hace mucha ilusión acompañar a los clientes en momentos importantes como bodas, bautizos, comuniones o cumpleaños».
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«Otra cosa que me encanta es ver nuevos clientes en la tienda. Que llegue gente diciendo que quiere una empanada porque se la recomendó alguien es muy gratificante. Que se nos conozca por la calidad es algo que, personalmente, me hace seguir con fuerzas y es la mayor satisfacción que puede darme Aldea», cuenta una emocionada Carmen Martínez.
En su obrador destaca una frase que bien podría ser el lema de la casa: «Todo lo que está correctamente hecho, por modesto que sea, es bello». Y belleza es, sin lugar a dudas, lo que han conseguido hacer en la avenida de Prudencio González número 7 de Posada de Llanera.
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