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En los templos, en la calle y en los bares. La Semana Santa, además de su vertiente religiosa, su verdadera esencia y motivo de ser, tiene también su parte más lúdica, que se presenta especialmente apetitosa en su extensión gastronómica. Son las Tapas de las Cofradías, unas jornadas organizadas por la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), que este año alcanzan su novena edición y que se pueden disfrutar en más de una decena de establecimientos. Este martes se servían las primeras y algunas acababan de salir literalmente de la imaginación de los restauradores, exhibiendo así su capacidad de improvisación.
Los restaurantes que participan
Afuego restaurante Campo del Conde 15, San Cristobal
33400 Avilés Avenida Alemania, 30
Casa Marisa Avenida Alemania, 12
Gentío Resto - Bar Calle Esther Carreño, 5
Sal de Vinos Calle La Muralla, 36
Punto de encuentro - La Madreña Calle La Ferrería, 3
La Guindilla Calle La Ferrería, 2
Turecebotas Calle Galiana, 62
Casa Tataguyo Plaza del Barbayedo, 6
Casa Germán Calle El Carmen, 53 - Alto del Vidriero
Yumay Calle Rafael Suárez, 7 - Villalegre
Gastrochigre - La Cantina de Villalegre Calle Camino Fuente Marcos, 5 - Villalegre
Una de las más originales, la del Gentío Resto Bar, que no se 'casa' con ninguna cofradía. Cabe recordar que las tapas de cada local deben inspirarse en las vestimentas de alguna de las ocho que integran la Junta de Cofradías y procesionan en estos días de Semana Santa. Pues bien, en este local proponen un bollo salado y relleno de los quesos mozarella y parmesano, «similar a un bollo preñao», que cada día llevará un acompañamiento con un color diferente. Por ejemplo, con chipirones en su tinta negra emulando los ropajes de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores.
También en el chipirón, pero pensando en la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz, se basa la de Casa Marisa, que el jueves tuvo a una de las cocineras «rellenando todo el día chipirones». Allí se sirve un chipirón relleno de marisco con arroz blanco. Cuesta seis euros porque la tapa lleva mucho trabajo y la materia prima tampoco es barata, pero asegura Marisa que las tapas funcionan.
En Tuercebotas, como son vecinos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Galiana, inspiran todos los años sus tapas en esta hermandad y en su vestimenta morada, de ahí que este año propongan un hummus de remolacha. «Hay que arriesgar y hacer algo diferente», señala Miguel Bello, que aprecia que estas jornadas son aún bastante «jóvenes» y no demasiado conocidas entre la clientela.
En Casa Germán confeccionan su propuesta con ventresca de bonito que, vestida con un pimiento de piquillo y queso manchego, pretende recrear a los cofrades de San Pedro Apóstol, ya que muchos clientes pertenecen a esta hermandad. Aseguran que las tapas «funcionan muy bien y la gente se anima» y es muy partidaria de «añadir algo de gracia» a estos días que en las cofradías se visten con pasión y recogimiento.
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