Una peli en dos días y medio

'Les sept déserteur ou la guerre en vrac' de Paul Vecchiali compitió el pasado año en la Sección Oficial del FICX; este año, el veterano director francés regresa a Gijón con 'Train de vies ou les voyages d'Angelique', que no compite pero sí forma parte de la sección principal del certamen. Ambas películas, además de director, comparten reparto y un origen común. La primera se rodó en siete días y medio; la segunda, en dos y medio inmediatamente después. La primera se desarrolla en exteriores; la segunda, en interiores, y el plan primigenio del veterano director era rodar la segunda en los descansos obligados por la lluvia de la primera. Pero no llovió.

Astrid Adverbe, Ugo Broussot, Bruno Daveze, tres de los actores, estuvieron ayer en Gijón para presentar un trabajo singular en el que, a bordo de un tren, se realiza un retrato de la mujer como ser erótico. Todo gira en torno a Astrid Adverge, protagonista absoluta, que define así su personaje: «Un crítico francés dijo que Angelique es una ninfóna, pero yo pienso que nunca se utilizaría esa palabra si el protagonista fuera un hombre, ella es una mujer que goza de una gran libertad, que también puede ser una forma de prisión», anota la actriz. Pero que nadie busque pornografía donde no la hay: habla de la vida y del amor, y «desde la escritura de Paul todo se puede decir sin vulgaridad».

Para los actores el trabajo en esta película fue cuando menos curioso. Tuvieron que afrontar un cambio de registro y el trabajo con Vecchiali no deja hueco para el error. Hay que acudir al set de rodaje con la lección bien aprendida, puesto que no hay opción de repetir tomas. Ella trabajó durante tres meses su papel, se reunió de forma individual con cada una de los actores y se lanzó al vacío. «Es una sensación rara, estás tres meses con ese personaje para hacerlo una sola vez y luego tienes que despedirte de él en esos dos días», explica Astrid Adverbe.

«A Paul le encantan los accidentes, si te equivocas tienes que hacer que fluya y que siga fluyendo», confirma Bruno Daveze. «Solo repetíamos de forma excepcional por problemas técnicos», añade. Eso sí, el propio Vecchiali participa como actor en esta película y a sí mismo se dio más concesiones a la hora de repetir tomas. «Él nos da una gran libertad de interpretación y sabemos que tenemos tomas largas de hasta ocho minutos, eso nos pone en una situación muy frágil, tenemos que lanzarnos y seguir», concluye la actriz francesa.

Vecchiali tiene 88 años y rodó en abril del pasado año las dos películas. En 2017 viajó a Gijón para presentar aquel filme y en esta edición ha delegado en sus actores. Pero su creatividad sigue intacta. «Paul está muy bien, tiene tres o cuatro guiones y está buscando financiación para una nueva película; el cine es su vida», resume el actor Ugo Broussot, que el año pasado también formó parte del elenco de 'En attendant les barbares', la película ganadora.