«Sobre el escenario la edad no existe»

Quizá porque en el Buenos Aires de su infancia abundaba la lluvia, a Natalia Verbeke no le molesta que asomen los paraguas. Al contrario, en el clima asturiano se siente en su elemento: «Me encanta la lluvia», confesaba ayer en el videochat de ELCOMERCIO.es la actriz, que forma parte del jurado internacional del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) . Una oportunidad para ver buen cine y para regresar al espacio vital de 'Doctor Mateo'. «Me moría de ganas por volver a Asturias», aseguró la intérprete, que confesó ante los internautas sus orígenes en este Norte peninsular. «Siempre me ha gustado Asturias, mi bisabuela por parte de padre era asturiana y siempre he tenido una relación muy especial».

Claro que más allá de la pequeña pantalla y la grande, más allá de la serie rodada en Lastres y la Sección Oficial del FICX, Verbeke habló ayer de muchas otras cosas. De todo, excepto de asuntos que solo a ella conciernen: «No hablo de mi vida privada ni lo haré nunca», zanjó tajante ante la pregunta sobre la reciente suspensión de su boda con el cocinero Jaime Renedo. Tampoco soltó prenda sobre sus proyectos de futuro, por aquello de que los tiempos no son buenos y a veces se quedan en el camino por falta de financiación. No son días de vacas gordas, pero ella es optimista, y además aunque los presupuestos y las producciones vayan a menos, la calidad no se resiente en el cine español, como demuestran, dijo, películas «maravillosas» como 'Magical Girl' o 'La isla mínima'.

Fan confesa de Meryl Streep y Daniel Day-Lewis, afirma que no repetiría ninguno de sus personajes. Eso sí, si tiene que hacer un ranking de complejidad, la Naty de 'El hijo de la novia', «el más parecido a mí», fue el que le supuso un mayor esfuerzo interpretativo. Aún le quedan muchos esfuerzos pendientes. Para dejarse conquistar por un personaje solo hace falta que «me suponga un reto, que me dé miedo, que me divierta, que me haga sentir y querer salir corriendo».

Esperando el teatro

En 2015 cumplirá los 40 y precisamente por eso augura un año fantástico y hasta un premio en la Lotería. Quizá entonces llegue el proyecto teatral perfecto «que me enamore», quizá entonces tenga oportunidad de trabajar fuera de España. «Tengo ganas de salir fuera», reconoció y explicó que, de hecho, tenía un proyecto en Italia que finalmente se canceló. Pese a que sabe que la edad en el cine es un hándicap, en el teatro la cosa cambia: «Sobre el escenario la edad no existe», asegura.

No elige directores favoritos ni siquiera tres actores que hayan sido los mejores compañeros - «han sido más de tres»-, de momento no le seduce la idea de ponerse en el otro lado de la cámara -«no creo que esté preparada»-, pero aspira a seguir trabajando duro en televisión, cine o teatro. Con permiso de la crisis: «Espero, obviamente, que la situación mejore, todos queremos que así sea, pero no solo en el sector del cine, sino en el país».

Odia las ostras, adora la milanesa con patatas fritas, le chifla la comida asturiana y tiene muy claro cuál es su plan perfecto: «Pasar todo el día en la cama comiendo hamburguesas y viendo cine». De momento, el cine lo ve en las salas y con el sello FICX: «Hay películas muy interesantes». Aún faltan cintas por ver, de modo que ni mu del palmarés. Eso sí, elogia la cita gijonesa. «Es la primera vez que vengo al festival y la verdad es que tenía ganas por el tipo de películas que se proyectan, que no hay posibilidad de ver normalmente».

Y mañana será un compañero de profesión y del jurado de la Sección Oficial quien se ponga ante el ordenador para los internautas. Alberto Ammann es el protagonista del videochat de ELCOMERCIO.es a las doce del mediodía del viernes. Las preguntas pueden enviarse desde ya.