El San Vicente pone el broche final a un proyecto de éxito

Un equipo de la Escuela de Periodismo de EL COMERCIO hasta el centro gijonés para poner a prueba a los estudiantes de quinto de primaria. El San Vicente se convirtió así en el último de los ocho centros participantes en participar de esta experiencia que ha cambiado por completo la manera de concebir los contextos de aprendizaje

Tras varias semanas de actividad frenética, de búsqueda y grabación de noticias, dentro y fuera de las aulas, los estudiantes pudieron ver por fin el fruto del trabajo bien hecho. Estaban entusiasmados, impacientes por ver y oír a sus compañeros en la gran pantalla. En el salón de actos, transformado en un plató televisivo, se agolparon los 30 jóvenes.

En ese telediario, Leo García y Luca Fernández asumieron el rol de presentadores. No les tembló la voz al dar paso a los clips de sus compañeros quizá, también, por contar con la ayuda de un buen asistente técnico, Abelardo Álvarez, que con bastante mañana se apropió del 'telepromter'.

A la hora de elaborar el guión, los grupos optaron por seleccionar informaciones que les fuesen cercanas, posando su curiosa mirada sobre las actividades del centro como la semana del deporte o el campamento de inglés. El equipo de Celia se preguntó por la crisis de precios, un tema del que tanto ella como el resto de sus compañeros oyen mucho hablar en casa. El telediario del San Vicente fue bastante variado.

Aparte de clips propiamente informativos, hubo espacio para las entrevistas. Los chicos dejaron volar toda su imaginación y recrearon diálogos de ensueño con sus personajes y actores preferidos.

La pericia de estos jóvenes periodistas los llevó fuera de los muros del San Vicente. Uno de los grupos visitó la clínica de Ana Riestra de la Iglesia, alma mater del negocio Adiós Piojos, para conocer cómo funciona el centro. Allí grabaron un completo tutorial, paso a paso, de cómo eliminar los piojos tan comunes con la vuelta al cole. Los chicos hicieron además pinitos de edición, agregando música por detrás del vídeo principal y ampliando así lenguaje informativo del medio audiovisual.

En un principio, lo que más costó a los estudiantes de quinto fue ponerse a elaborar el guión porque, una vez delante de las cámaras, «se soltaron de inmediato, como si llevasen toda la vida presentando», afirmó la tutora del grupo, Leticia Blanco. Ni ella ni su compañera del equipo docente, Cristel González , olvidarán las lecciones aprendidas en una actividad que para los chicos ha resultado ser «la más chula» del trimestre. «Les hacía falta algo así, una propuesta diferente con la que involucrarse y pasárselo pipa», sostuvo Blanco.

La experiencia de ayer sirvió también para despertar el gusanillo periodístico. Leo García, de 11 años, disfrutó tanto en su rol como presentador que no descartó la idea de convertirse en periodista deportivo y volver a acaparar todas las cámaras. En cambio, su compañero Luca confirmó que lo suyo no era trabajar en un plató, sino rodeado de animales.