Patricia Gota Brey, Patricia Robles Gota Brey e Ignacio Botas Gota Brey. Pablo Lorenzana

Una cita de lo más familiar: tía, hija y sobrino conforman una de las mesas de Oviedo

Patricia Gota Brey, Patricia Robles Gota Brey e Ignacio Botas Gota Brey pasan la jornada al otro lado de la urna: «no podía haberme tocado mejor compañía»

Covadonga del Nero

Oviedo

Domingo, 28 de mayo 2023, 15:40

De entre 688 vecinos censados en edad de votar, en la mesa U de la sección 01-007, ubicada en el colegio de Las Dominicas de Oviedo, presidenta y vocales compartieron algo más que la 'fortuna' de conformar una mesa, y es apellido. Patricia Gota Brey, primera vocal, recogió de la mano del cartero tres avisos de mesa electoral hace unas semanas. Correspondían, además de a sí misma, a su hija, Patricia Robles Gota Brey, y a su sobrino Ignacio Botas Gota Brey, presidenta y suplente de segundo vocal.

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«Me desperté con un mensaje de mi tía diciéndome que me había tocado estar en una mesa, pensé que era una broma», cuenta Ignacio Botas Gota Brey. Una broma entendible porque a él ya le tocó hace cuatro años ser presidente de mesa en los anteriores comicios. A pesar de ser suplente, la casualidad quiso que la segunda vocal también fuera conocida: la madre de uno de sus amigos de toda la vida. «Cuando llegué, me contó que su hija estaba ingresada a punto de parir y decidí quedarme yo», explica el joven. Era fácil, pues aunque dicho motivo no es excluyente de conformar la mesa, «bastaba con la autorización de la presidenta». En este caso, Patricia Robles Gota Brey, que acaba de cumplir veinte años, ejerció su derecho a voto por primera vez antes de sentarse al otro lado.

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Quien recogió los avisos, Patricia Gota Brey, aseguraba que «no podía haberme tocado mejor compañía», algo que secundaban su hija y su sobrino. «La gente es encantadora, muy amable», indicaban. Incluso hubo un votante que les llevó unos pasteles de una conocida confitería. «No nos conocía de nada, simplemente nos lo trajo para que los comiéramos durante el día», seguían sorprendidos por la amabilidad de algunos.

En cuanto a la participación, la familia aseguró que «hubo una tromba de gente entre las once de la mañana y las dos de la tarde», pero los vecinos de la zona «no fueron muy madrugadores». A las dos y media de la tarde, la mitad de los censados en dicha mesa, ya habían ejercido su derecho a voto.

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