Los partidos llaman a la movilización en el tramo final ante la igualdad entre bloques de la encuesta

Pero ayer, sobre todo, de lo que se hablaba, era de la encuesta que había publicado EL COMERCIO en su edición del domingo. La última que habrá hasta la cita con las urnas. Lo que tocaba decir, casi como ensayo de la noche electoral, es que todos ganan. Lo que dice de verdad el sondeo es que el PSOE gana pero el centro derecha crece y abre la puerta a un cambio de gobierno si llegan a pactos.

Los partidos con mayor trayectoria -PSOE, PP e IU- coincidieron en un mismo análisis: la tendencia es al alza y la última semana será clave. Este grupo, a su vez, se subdivide por ideología. Los de izquierdas creen que ahora se entra en la fase de movilización de los suyos y de despertar a un 20% (según sus cálculos) de indecisos. A esta teoría también se apuntaría Podemos, aunque tiene una base más fiel.

«A los indecisos les pido el voto para el PSOE porque lo contrario es una vuelta al pasado en vez de un gobierno progresista que siga el proceso de transformación de la ciudad», afirmó el socialista Floro. «Somos la única alternativa con proyecto a un gobierno de derechas en la ciudad», añadió el candidato de IU-Más País-IAS, Javier Suárez Llana. «El voto a Podemos es un voto seguro para poder sumar y que no gobierne la ultraderecha en esta ciudad», apostilló la cabeza de lista de Podemos, Olaya Suárez.

Por su parte, el PP sigue la tónica que ya viene marcada desde la dirección nacional: el voto útil y aglutinar a todo el centro derecha bajo sus siglas. A nivel autonómico, y también en Gijón, se han lanzado a por el votante de Foro. «Vemos con preocupación que han hecho más guiños a la izquierda en esta campaña, recordando a cuando gobernó con ellos y aplicó sus políticas», expresó la candidata del PP, Ángela Pumariega, en referencia a la candidatura que lidera Carmen Moriyón. De sus expectativas, apunta que el PP «sigue creciendo con cada vez más gente que se suma al proyecto».

De otro lado estaría Foro, que son los que se muestran más confiados. La encuesta les sitúa, a día de hoy, como el partido que más concejales obtendría en el bloque del centro derecha, aunque con el PP muy cerca. 6-7 decía la encuesta de este diario frente a los 6 que otorgaba a los populares. «Nuestro proyecto es el mejor, y desde ese punto de vista vamos a seguir trabajando, porque Gijón se juega mucho estos cuatro años», dijo Carmen Moriyón. Señala que su propuesta es «la única que no deja a nadie fuera e incluye a todas las sensibilidades». Para sumar mayoría absoluta, en esa necesidad de pactos entraría Vox, que ayer no quiso pronunciarse sobre posibles acuerdos poselectorales. Su candidata a la Alcaldía, Sara Álvarez Rouco, apuntó que ellos no hacen caso a las encuestas «y seguiremos acercándonos a las personas, en una campaña de cercanía, ilusión, fuerza y responsabilidad».

El séptimo partido en liza, Ciudadanos, es el que las previsiones dejan fuera de la próxima Corporación. Su candidato a la Alcaldía, José Carlos Fernández Sarasola, cree que «entre lo malo y lo peor, nosotros podemos dar la vuelta a todo esto. Los ciudadanos no quieren bipartidismo gijonés».

Para la semana que resta, los partidos quemarán las últimas naves con propuestas electorales, y también, los de implantación nacional, con la parada en Gijón de las caravanas electorales de sus líderes. Ciudadanos tendrá hoy por Gijón a su portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas. Y el PSOE tendrá su acto central de campaña el miércoles con el mitin de Pedro Sánchez.

Esa ha sido la otra estrategia de los socialistas: ir haciendo desfilar por la ciudad a miembros del Ejecutivo central. Ayer, tiraron también del eurodiputado asturiano Jonás Fernández, quien aprovechó para hablar de dos asuntos en los que ha venido trabajando en Bruselas y están relacionados con la ciudad: la contaminación de la zona oeste y la recuperación de la autopista del Mar. Sobre la campaña, Fernández señaló que «o Floro es alcalde o habrá enfrente una coalición de perdedores en la que la extrema derecha tendrá una presencia sustancial».

Pero el rastro también da para momentos curiosos, y pocos hubo ayer más pizpiretos que el abrazo entre Pepín Braña y Carmen Moriyón con aquel recalcándole: «Este año no te voy a votar».