La alcaldesa de Gijón atribuye el mal resultado al «acoso» del PSOE, que la acusa de «moverse desde el rencor»

La regidora abrió el fuego con un balance repleto de cargas de profundidad sobre la noche electoral del domingo. Callada o ausente de la ciudad por voluntad propia durante la campaña, ayer en su primer acto público rompió su mutismo haciendo gala de temperamento y no dejando títere con cabeza a la hora de analizar lo sucedido en el intervalo de cuatro años transcurridos entre la victoria que la aupó como primera edil y la victoria de Floro por solo 328 votos de diferencia con la lista de Carmen Moriyón.

Destacó, en primer lugar, la subida en casi 3.000 votos del partido socio de gobierno, Izquierda Unida, y atribuyó la pérdida de apoyos del PSOE en los comicios municipales a «una campaña muy mala» y a la labor de desgaste de la actual dirección socialista hacia su gestión al frente del Ayuntamiento. «El que hizo una defensa de lo que hizo el gobierno local creció y el que lleva año y pico acosando y desvalorizando lo que hace este equipo de gobierno bajó más de lo que ellos mismos preveían», remarcó tras asistir a la presentación de una jornada de prevención del tabaquismo en la Escuela de Comercio.

«El gobierno lo conformábamos dos partidos y uno de ellos crece, y el otro no», llamó la atención. Insistió de esta forma en la clave de que el comportamiento electoral fue distinto para uno y otro de los socios de su ejecutivo por el incremento de 2.787 votos a favor de la lista de IU encabezada por Javier Suárez Llana, que concurrió a estas elecciones municipales en coalición con Más País e Izquierda Asturiana. «No vale decir que las izquierdas han perdido. Perdió el PSOE y Podemos», remarcó.

Ana González dejó claro que no se siente responsable de haber penalizado al candidato elegido en primarias por sus compañeros de partido tras cerrarle la puerta para repetir. «Hace dos años o año y pico se hablaba de la posibilidad de subir», defendió. «Es como si cuando Santiago Martínez Argüelles se presenta le echamos la culpa a Paz (Fernández Felgueroso). Y yo no había oído hasta ahora que la culpa fuera de Paz», dijo a propósito de la lista del PSOE de 2011 encabezada por el exvicerrector en la que ella misma iba de número 5 y que ganó las elecciones, pero que no sirvió, al igual que ahora, para gobernar en el que fue el primer mandato de Carmen Moriyón como alcaldesa.

Lamentó Ana González que «la derecha consiga unos resultados históricos y tenga posibilidad de gobierno». «Me hubiera gustado conservar el número de concejales y concejalas que tuvimos en 2019, que fueron 11», recordó. Además, destacó la diferencia entre el voto local y el autonómico para el PSOE en Gijón con 9.000 papeletas más para Barbón que para Floro, quien cosechó 6.000 apoyos menos que ella hace cuatro años. «En 2019 los resultados en Gijón y Asturias fueron parejos porque había una consonancia y una unión de claves políticas y ahora ha habido bastante desunión», analizó. «Hay que agradecerle el esfuerzo al candidato socialista a la presidencia del Principado de haber incrementado sus visitas a Gijón, pero no ha sido suficiente», expuso. «Afortunadamente, el Partido Socialista sigue siendo referente para Asturias», sentenció sobre el triunfo de Adrián Barbón.

Por último, González cargó contra los miembros de la dirección socialista gijonesa actual, a los que se refirió en un momento dado despectivamente como «estos personajes». «Son mayores, llevan toda la vida, son de sobra conocidos, y sabrán lo que tienen que hacer y si tienen que reflexionar sobre estos resultados».

Lo hizo después de criticar que en el programa electoral socialista se hubiera incluido una propuesta para crear un centro educativo en Nuevo Roces que aunara los estudios de Primaria y Secundaria. «Saben que se va a empezar a construir el centro de Primaria. No sé si lo que querían era paralizar estas obras tanto tiempo esperadas o no se habían enterado de lo que pasa ahí», aseveró, al tiempo que insistió en que los dirigentes actuales del PSOE gijonés llevan muchos años en política, «desde los años 80 y 90», como para saber hacer una reflexión sobre lo ocurrido el 28M.

En la Casa del Pueblo de Gijón no sentaron nada bien las punzantes manifestaciones de Ana González culpando a la dirección local del hundimiento electoral en Gijón por menoscabar su figura. «Si con la opinión en contra del 83% de la ciudadanía no es capaz de hacer un análisis personal y político hay un problema», puso de relieve el secretario general de la Agrupación Socialista de Gijón, Monchu García. «Ana González conocía desde hace tiempo los datos en los que se apunta este rechazo. Demuestra que no ha sabido entender a nuestro municipio», le espetó por la tarde en un comunicado con el sello de la comisión ejecutiva local.

Es más, Monchu García aseguró que la actitud de la actual regidora en funciones no solo no ayudó a que la campaña socialista fuera favorable sino que trató de desacreditarla y, por ese motivo, con vistas a la campaña de las elecciones generales del 23 de julio, le pide que «si no puede apoyar al menos que no estorbe». «Ana González debería cambiar de actitud y cooperar en esta próxima convocatoria de elecciones o, al menos, no entorpecer la posible victoria que permita al PSOE volver a gobernar a nivel nacional», afirmó.

En opinión del secretario general de la Agrupación Socialista gijonesa, «Ana González busca una cuota de protagonismo que ya no les corresponde y no entraré en polémicas estériles con alguien a quien solo le mueve el rencor por no haber asumido una decisión democrática tomada por una abrumadora mayoría».

«Los resultados de Gijón, a pesar de que el PSOE ganó las elecciones, merecen un análisis en profundidad que no excluye ni la gestión ni la actitud de la actual alcaldesa», apostilló.