Esther Llamazares lidera la oposición con nueve concejales. ARNALDO GARCÍA
Esther Llamazares, cabeza de lista del Partido Popular de Avilés

«El Partido Socialista ya no está en condiciones de hacer lo que le de la gana»

«Pueden o no pactar con Cambia Avilés, pero al final les va a engañar y les van a fagocitar, que es lo que hacen siempre»

ALEJANDRO L. JAMBRINA

AVILÉS.

Miércoles, 31 de mayo 2023, 02:10

Esther Llamazares se siente vencedora tras analizar los resultados de las elecciones municipales del pasado domingo, y estos días no hay nadie que sea capaz de quitarle la sonrisa de la cara. El PP no logró superar al PSOE en número de votos y no ... gobernará, pero ha pasado de cuatro a nueve concejales y, para su cabeza de lista, eso es toda «una victoria». Con votos aún por contabilizar y posibles errores en el recuento, Llamazares aún confía en que el PSOE pierda un edil y su posición como principal grupo de la oposición se afiance. Tampoco descarta pactar, negociar y dialogar con cualquier grupo con tal de sacar sus propuestas adelante durante este mandato.

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-¿Qué balance hace de los resultados electorales de su partido?

-Pues estamos muy contentos porque hemos pasado de cuatro a nueve concejales y creo que la gente ha sabido reconocer el trabajo de estos años. Nosotros aspirábamos a ganar y siempre queremos más, pero no podemos valorar el resultado de otra manera que como una victoria. Estamos orgullosos de que el PP vuelva a recuperar su sitio y su fuerza en la ciudad.

-No era normal que el PP tuviese sólo cuatro ediles, ¿qué cree que ha cambiado desde 2019?

-Creo que le hemos dado estabilidad al partido y hemos hecho un trabajo muy serio de fiscalización. También hemos estado mucho más en la calle, hemos estado muy cerca de la gente de manera permanente y hemos escuchado a cada ciudadano. Si hay algo que me enorgullece es que he recibido muchos mensajes de avilesinos que estaban pendientes por primera vez desde hace muchos años de los resultados de las elecciones.

-También han logrado una estabilidad interna en el partido que hacía tiempo que no se daba.

-Siempre he dicho que no estoy para jolgorios internos de ningún tipo. Es muy complicado decirle a los ciudadanos que vas a tratar de arreglar sus vidas cuando tienes la tuya tirada al alto. Aquí se viene a trabajar, a unir y a sumar, para cualquier otra cosa que no sea atender la ciudad y a los ciudadanos no tengo tiempo. Mi patrimonio es mi credibilidad.

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-¿Qué sintió cuando vio que en algunos momentos estuvieron empatados a concejales con el PSOE durante el recuento?

-Pensé que estábamos ahí... Dijimos que íbamos a dar la batalla por la Alcaldía y en eso seguimos. Aquí lo que está en juego es el futuro de la ciudad, más allá de triunfos personales, y tenemos grandes ideas. Estábamos a un pasito de acabar con el apoderamiento del PSOE en Avilés y los chiringuitos que tiene montados. Luego hubo ese cambio de concejal, pero seguimos creyendo que podremos hacerlo porque nueve concejales nos dan la fuerza suficiente.

-Achacó el resultado al voto útil.

-En política hay que venir siendo muy serio y con las ideas muy claras porque la política lo determina todo. Yo respeto mucho a todos los partidos, pero no se puede venir a la política a hacer farándula y a tener dos días de gloria. Salir a quince días a ridiculizar la política no ayuda nada a la gente que de verdad quiere trabajar. Se acaba confundiendo a las personas y tirando votos.

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-Afianzan el apoyo en el centro de la ciudad, pero los barrios se les resisten.

-Siempre hay margen de mejora y es verdad que teníamos la capacidad que teníamos para situarnos en los barrios. A partir de ahora nuestra labor va a ser mucho más intensa y cercana porque los números nos dan. Pero también es verdad que el PSOE tiene comprada la ciudad y a los ciudadanos. Manipulan de manera permanente y era muy difícil, pero también hacemos autocrítica.

-Mariví Monteserín ha dicho que usted sólo aspiraba «a a ser jefa de la oposición».

-Mariví Monteserín debería empezar a dejar la chulería y la soberbia que tiene. Lleva muchos años en la política y debería haber aprendido que hay que respetar para ser respetado. Esther Llamazares nunca sale a ser jefa de nada, lo hace para ser una ciudadana más y para trabajar, cosa que a ella no le pasa. Creo que debería ser un poco más humilde y modesta, que se de cuenta de que si sumamos la totalidad de los votos vemos que la ciudad no la quiere. Mariví va a ser alcaldesa un poquito, no un mandato, y debería respetar para salir de este Ayuntamiento con dignidad.

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-¿A que se refiere?

-Tengo muchas razones de peso para pensar que lo tienen muy complicado para gobernar. Si no lo deja antes, quizás le bailen los concejales de aquí a cuatro años. Por eso digo que para chulerías no está.

-¿Está dispuesta a pactar con Vox para sumar en el pleno?

-Nosotros tenemos claro que vamos a optar a la Alcaldía y todo lo que esté en nuestra mano lo vamos a hacer. Durante estos cuatro años hemos sido el grupo que más ha pactado con todos los demás y lo tiene más complicado el PSOE. Bienvenido todo lo que sea sumar porque Avilés está por encima de cualquier partido e ideología.

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-Si el PSOE no encuentra apoyos se le pueden complicar las cosas.

-Creo que debe haber unos presupuestos decididos por la corporación y no queda más remedio que ceder e incorporar lo que otros entienden que es bueno. Hay que respetar a los grupos porque significa respetar a los ciudadanos. Mariví Monteserín se cree que son los dueños de la ciudad y no lo son. El PSOE puede pactar o no con Cambia Avilés, pero les va a engañar y los va a fagocitar, que es lo que hacen siempre.

-También hizo una referencia a que ustedes suelen cambiar mucho las caras en sus listas.

-Lo que es bueno es sanear y se puede combinar la experiencia con gente nueva. Hay que ver lo que necesita la ciudad en cada momento e incorporarlo. En el PSOE tienen un corralito cerrado y en el momento en el que se mueva se cae. No mueve caras ni equipo porque no lo tiene y por si acaso se les desparrama la información por el camino. No está en condiciones de hacer lo que le de la gana.

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