La guitarrista que estudió con Íñigo Errejón

La conciencia social de Tania González nació allí, en casa, al calor de los «fuertes valores de respeto e igualdad» con los que sus padres la educaron para que fuese una mujer libre, fuerte, independiente y luchadora. Confiesa que de pequeña ya era un espíritu inquieto que mostraba interés por muchas cosas, entre ellas el deporte. De muy niña recuerda haber hecho natación. Luego vinieron el baloncesto y el atletismo.

Pero a la afición deportiva de la pequeña Tania le salió pronto una dura competidora, la música. Durante un tiempo compaginó sus estudios de guitarra en el Julián Orbón con el baloncesto, para gran disgusto de su profesor de guitarra. Éste se enfadaba cada vez que ella llegaba con los dedos vendados, ya que eso suponía dos o tres semanas sin poder tocar. Este desencuentro acabaría con su entrada en el instituto Menéndez Pidal. Los estudios cada vez requerían más tiempo, el conservatorio se volvía más exigente, y Tania se vio obligada a elegir entre canasta o partitura, y ganó esta última. La Tania adolescente también se volvería más reivindicativa, participando primero en el Consejo Escolar y luego en el movimiento estudiantil.

Con su paso a la Universidad, Tania González puso rumbo a Madrid para estudiar Ciencias Políticas con el objetivo de «construir una sociedad mejor y ayudar cambiar las cosas». Poco imaginaba la recién llegada a la Complutense lo que iba a dar de sí, políticamente hablando, aquella matrícula. En la universidad madrileña fue a clase con Íñigo Errejón y comienza así su amistad con él y con Pablo Iglesias. Años después arrancaría con ellos el proyecto político de Podemos y se convertiría en eurodiputada de esta formación.

Entre una etapa y otra fue profesora en Cantabria y Castilla León, una carrera docente que por el momento sigue aparcada por los compromisos políticos que ha asumido. Ahora toca volver a casa, a trabajar en «la política tangible», la más inmediata y cercana. Una nueva etapa que le permite estar más cerca de los suyos y acudir a casa de su padre para disfrutar juntos de cada capítulo de 'Juego de Tronos', aunque asegura que no se quedaron muy contentos con el final de la serie.

La música y el deporte también siguen presentes en la vida de Tania, a ellos acude cuando quiere dar esquinazo al tedio o sacudirse al estrés. En cuanto puede, se escapa a la piscina o sale a correr para «aclarar las ideas» o coge la guitarra y repasar aquellas piezas de música clásica o latinoamericana que tocaba en su época del conservatorio. Y porque no, ya metidos en harina, dar un concierto con 'Los Pinflois' un grupo «amistoso-musical», cuyo principal objetivo es «pasárselo bien» y en el que toca el acordeón «muy mal», dice ella. En la banda está también su compañero de Cambia Avilés Primi Abella, el concejal de Somos Corvera Agustín Lara, Maxi Compán de 'Fe de ratas' y Tana Díaz de 'Dixebra'.

Seguro que tras la frenética sucesión de actos, entrevistas y debates de la campaña electoral, uno de esos conciertos resultará terapéutico. Hasta entonces, sus esfuerzos se concentran en el domingo 26 y en «cambiar Avilés».