![Los otros protagonistas del 10-N](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/201911/10/media/newspaint-1573357063450.jpg)
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ÓSCAR PANDIELLO
GIJÓN.
Domingo, 10 de noviembre 2019, 04:43
Más allá de los diputados, de los escaños, de las coaliciones de Gobierno o de la persona que ocupará la Moncloa durante los próximos años, lo cierto es que la jornada de hoy será también especial para cientos de ciudadanos que, por uno u otro motivo, jugarán un papel esencial en las presentes elecciones. Es el caso de los integrantes de las mesas electorales, de los policías locales o incluso de los notarios, que se ven obligados a estar de guardia ante cualquier eventualidad que marque la jornada. Son, en definitiva, los otros protagonistas del domingo. Y aunque no acaparen los focos, su trabajo resulta esencial para que el engranaje democrático pase inadvertido antes, durante y después de pasar por las urnas.
Para entender mejor este proceso hay que acudir a las juntas electorales de zona. En Asturias son 12 y se ponen en marcha más de un mes antes de los comicios; ya sean estos generales, autonómicos, municipales o europeos. En cada una trabajan seis personas: tres vocales judiciales, dos no judiciales y un secretario. Durante la jornada electoral, sin embargo, el número de trabajadores en dichas juntas asciende hasta las once personas. María José Alonso trabaja en la de Gijón, que hoy se hará cargo de más de 400 mesas electorales.
«El sistema que se mueve en la sombra, ya desde muchos días antes de las elecciones, es una pasada. Mucho más complejo de lo que se podría imaginar. Durante el día de los comicios, en esencia, nos dedicamos a dar soporte jurídico y material a todos los que están trabajando en los colegios», explica. Este soporte empieza ya desde las 7.30 horas e incluye cualquier consulta relacionada con la falta de papeletas, dudas legales, ausencias de miembros de la mesa y altercados de cualquier tipo. «Nos tiene pasado que llegue un presidente de mesa borracho y el suplente no aparezca. O que te llamen porque un apoderado lleva una bandera en la carpeta y se considere propaganda electoral... Un poco de todo», explica. Su trabajo, asimismo, se alarga hasta las 3 o 4 de la madrugada, hasta que todos los sobres y cajas llegan a la Junta Electoral Provincial de Oviedo. «Y después seguimos activos hasta 100 días después del proceso por si hay recursos o cambios a los que debamos atender», concluye Alonso.
En el epicentro de los comicios se encontrarán los integrantes de las mesas electorales. A Noelia Arango, de apenas 23 años, le ha tocado ser presidenta de mesa en el colegio electoral del colegio público Laviada. «Y la verdad es que estoy un poco nerviosa. No es que yo tenga responsabilidad de los resultados, pero es un momento político muy importante para el país y ahora me siento partícipe de ello», relata. Además de levantar el acta e ir recopilando los sufragios, su papel será clave a la hora de realizar el recuento una vez se cierren los colegios.
También deberá acudir temprano a la cita con las elecciones Juan Movilla, de 39 años, quien ejerce como director en el colegio público Tudela Veguín. Lo hará como primer vocal y, en su caso, la llamada de la Junta Electoral no podría haber llegado en peor momento. «Lo primero que pensé es que era una faena. Acumulo muchos días de trabajo intenso y, en este caso, era lo peor que me podía pasar para el domingo», lamenta. Para paliar este tipo de situaciones, Movilla propone crear una lista de voluntarios que, por motivos económicos o de interés por participar, tengan prioridad antes que otros colectivos. «Me gustaría que tuviesen en cuenta la situación personal de cada uno. No es que me sobre el dinero, pero prefiero una jornada de descanso y que el sueldo pueda servir a alguien que lo necesite más», argumenta.
Además de los colectivos ya citados, también tendrán especial implicación en la jornada electoral policías, conserjes de centros públicos, periodistas y... notarios. Estos últimos están obligados por ley a permanecer de guardia durante toda la jornada electoral por si fuese necesaria su presencia ante cualquier anomalía en la jornada. Su trabajo, sin embargo, se remonta también a hace varias semanas, ya que en su mano está otorgar los poderes notariales que permiten votar a electores sin capacidad para hacerlo. «Lo más importante de nuestro papel en las elecciones es, sin duda, el asunto del voto delegado. Antes del día de la votación nos desplazamos al domicilio o al hospital en el que esté el votante que no puede valerse por sus propios medios, siempre con la justificación médica pertinente, y se da poder a otra persona para que lo haga por él», explica la notaria gijonesa Montserrat Martínez.
En su caso, lleva ejerciendo desde el año 1999 y en todos los comicios, sean de la naturaleza que sean, le ha tocado desplazarse para realizar este servicio público. En estas generales, según explica, realizó diez desplazamientos de este tipo. El día de los comicios, asimismo, los notarios deben estar de guardia desde primera hora de la mañana hasta pasado el cierre de las mesas electorales. «Estamos pendientes de cualquier denuncia de anomalías que requiera nuestra presencia. Afortunadamente, no suele ser lo habitual», concluye.
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