Lastra, la asturiana que desbloqueó el Gobierno en segunda convocatoria

Adriana Lastra, que apostó de forma rotunda y contundente por Pedro Sánchez cuando el partido le daba la espalda, se ha convertido desde entonces en la mano derecha del líder socialista. La asturiana viene jugando un papel sustancial en el PSOE como vicesecretaria general desde que Sánchez recuperase la Secretaría General, pero también como portavoz del grupo parlamentario -al sustituir a Margarita Robles- tras dar el político madrileño el salto a la Moncloa.

La confianza de Pedro Sánchez en Adriana Lastra es tal que fue designada desde el primer momento como parte del equipo negociador del PSOE para tratar de salvar la investidura después de las elecciones del pasado mes de abril, junto a la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo y la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. Fueron largos días de reparto de sillones, vetos y acusaciones públicas cruzadas que, en lugar de fructificar en un acuerdo, hicieron que las relaciones entre ambas partes parecieran totalmente rotas y difícilmente reconducibles. El fracaso de aquellas primeras negociaciones fue evidente y quedó patente con la disolución de las Cortes y la convocatoria de una nueva cita electoral.

Tras el 10-N, Pedro Sánchez quiso coger el toro por los cuernos y llevar directamente las conversaciones con sus aliados preferentes. Sin embargo, volvió a apostar por su fiel escudera, Adriana Lastra, para acompañarle en este reto. Ella y la también portavoz del Congreso de Podemos, Irene Montero, se encargaron de cerrar los últimos flecos antes de dar a conocer el decálogo que servirá de marco al Gobierno de coalición. Ambas acompañaron también a sus respectivos líderes en la simbólica foto en el comedor de gala del Congreso, junto a Iván Redondo, jefe de gabinete del presidente del Gobierno y Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida.

Minutos más tarde, Adriana Lastra mostraba su satisfacción en su perfil de Twiter con el ya famoso «tra, tra» de la cantante Rosalía, acompañando al texto íntegro del acuerdo alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos. Un claro guiño a la famosa compositora que, tras las elecciones del pasado domingo, había recibido todo tipo de críticas al publicar el tuit «Fuck Vox» (Jódete Vox).