Todos ganan si todos escuchan

Fue así un debate distinto, donde la tensión argumental pudo fluir sin pisarse ni interrumpirse. Organizado en tres bloques multitemáticos de 18 minutos cada uno, el moderador, Juan Neira, se preocupó de reconvenir a quien superaba la máxima pactada de un minuto por intervención. El resultado, tan distinto al cara a cara de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, terminó siendo agradecido por los propios amonestados.

«Da gusto venir a un debate sereno, se nos ha hecho corto», admitía al término del mismo la candidata del PSOE, quien llegó acompañada del jefe de prensa de la FSA, Andrés Suárez, y la secretaria de Acción Electoral y Estrategia, Clara Sierra.

«El moderador en este tipo de encuentros es muy importante y aunque en varias ocasiones hubo amagos de pisarnos la palabra el uno al otro, lo impidió y al final ha resultado un debate sosegado y apto para los televidentes», reconoció su oponente del PP. Para Esther Llamazares era la primera vez que se encontraba con los otros tres rivales.

Llegó acompañada del director de campaña, Silverio Argüelles, David Mérida (que tuvo el mismo puesto en la campaña de Diego Canga) y Jesús Suárez (secretario del partido de relaciones institucionales). Para preparar el debate también contó con la ayuda de Mercedes Fernández.

También debutaba en la catgoría Rafael Cofiño, de Sumar. Por los caminos de la campaña ya había coincidido con Lastra, pero no con los demñas. Optó como estrategia por evitar la refriega y utilizar sus turnos de palabra para explicar el programa del partido. El formato «es una ventana para explicar nuestras medidas y presentar datos de nuestra gestión».

José María Figaredo, de Vox, estuvo acompañado de los asesores Gonzalo Rodríguez, Pelayo Fernández y Carlos Farpón. Terminó convencido de que «han quedado claras las cosas. Los que gobiernan actúan como si estuvieran en la oposición, prometiendo cosas que no explican por qué no hicieron antes».