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JOSÉ L. GONZÁLEZ
GIJÓN.
Martes, 12 de noviembre 2019, 01:12
El bloque de izquierdas mantiene el pulso en Asturias. Las elecciones generales del 10-N dibujan una tónica en la que los votos se reparten entre los dos frentes con proporciones similares a las que se dieron en las generales del pasado mes ... de abril. A pesar del retroceso en votos del PSOE, no así en porcentaje de sufragios, que sube una décima, los socialistas conservan una amplia ventaja sobre la coalición PP-Foro, que sale reforzada de estas elecciones. Por su parte, Unidas Podemos, sumados sus votos a los de Más País, obtendría un resultado casi idéntico al de los pasados comicios. Otro tanto pasa en la derecha, donde las papeletas de Ciudadanos, que sufrió un descalabro también en Asturias, han ido a parar a la coalición PP-Foro y a Vox. Sumadas las tres formaciones, también el voto permanece estable a este lado del tablero.
En la sede de la FSA no parece que tengan muchos motivos para preocuparse, a la vista de los datos de las elecciones del domingo. La formación que lidera el presidente del Principado, Adrián Barbón, cuenta con una amplia mayoría en la Junta, que sale reforzada tras unos comicios que la vuelven a colocar como primera fuerza política en Asturias. Solo un dato: el PSOE repitió en la noche del domingo los 184.000 votos que cosechó en las autonómicas del mes de mayo y que le garantizan una legislatura cómoda a poco que sepa negociar los tres votos que la faltan para asuntos de calado en el Parlamento regional. Los resultados suponen además una nueva inyección de moral para un PSOE crecido, después de cerrar unos resultados superiores a los que cosechó Pedro Sánchez en Madrid.
El giro hacia la moderación de los socialistas en los últimos meses en busca del voto descontento de Ciudadanos no ha funcionado a nivel nacional, aunque tampoco les ha castigado en la región, manteniéndose como un granero estable.
Donde también tienen motivos para la alegría es en la coalición PP-Foro, que recuperó su segundo diputado, Isidro Martínez Oblanca, gracias a la sangría de votos de Ciudadanos. Los casi cinco puntos más que han cosechado en estas elecciones suponen un alivio para dos formaciones que no pasaban por su mejor momento. El PP, que en abril sufrió una severa caída y que se encuentra descabezado desde que Mercedes Fernández decidiese presentar su dimisión a cambio de un puesto de salida en la lista del Senado, recupera aire y se refuerza como segunda fuerza de una forma clara. Por su parte, Foro vuelve a ver la luz después de haber perdido su representación en el Congreso en abril, de perder su bastión, Gijón, en las municipales y de mermar en un diputado en las autonómicas hasta quedar reducido a dos. Con Carmen Moriyón fuera de la Junta por decisión propia, ocupándose de la presidencia del partido, Foro recupera el aliento con un resultado que le supondrá mayor visibilidad en Madrid.
Unidas Podemos volvió a sufrir un ligero descenso, pero mantiene la posición de tercera fuerza. Con los votos de Más País tendrían incluso un aumento en porcentaje de voto con respecto a las elecciones de abril, aunque apenas le serviría más que para consolidar esa tercera plaza. El estancamiento de la coalición les obligará a replantearse su estrategia para detener un proceso que les ha llevado a perder siete puntos en tres años.
Quienes vieron sus resultados dispararse fueron los integrantes de Vox, que lograron un porcentaje de voto incluso superior al de la formación en el ámbito nacional. Tanto ellos como PP-Foro fueron los grandes beneficiados del descalabro de Ciudadanos, que no ha sabido rentabilizar el excelente resultado de abril para afianzarse como opción de gobierno y ha quedado en el ámbito nacional relegado a un papel secundario.
La influencia política de estas elecciones en Asturias, más allá del refuerzo o el impacto moral en cada formación por el resultado, está por ver. La enorme fragmentación del Congreso complica, y mucho, la formación de un gobierno estable, el objetivo prioritario que el PSOE se marcó durante toda la campaña. Los movimientos de las diferentes formaciones aún no se han explicitado, tan poco claras son las opciones que se manejan.
En un parlamento tan fragmentado habrá que dedicar muchas horas a negociar para buscar la tan ansiada estabilidad. Del color de los pactos dependerá también la influencia que llegue a Asturias. Unidas Podemos sigue insistiendo en un Gobierno de coalición, que podría ayudar a suavizar las diferencias de la formación con el PSOE en Asturias.
Por el lado de la derecha, solo el PP puede dar la estabilidad que los socialistas necesitan, aunque su líder, Pablo Casado, ya ha descartado la opción de la gran coalición. El aliento de Vox está cada más cerca y las concesiones a los socialistas pueden resultar peligrosas para sus intereses electorales.
Foro se encuentra ahora en una posición mucho más ventajosa que hace solo unos días. Aupados por el España Suma que propusieron los populares, cuentan además con dos votos en la Junta del Principado que pueden resultar fundamentales para la aprobación de los presupuestos, la próxima gran negociación que debe afrontar el PSOE. Con la posibilidad de llegar a un acuerdo con IU en Asturias más que clara, después de que la formación de izquierdas apoyase la investidura de Barbón, los votos del partido regionalista pueden ser una buena forma de sacar adelante las cuantas del próximo año. El acercamiento de Foro al PP, con una campaña en la que la colaboración fue fluida y en la que Casado y Francisco Álvarez-Cascos se intercambiaron elogios, está por ver si dificultará el acuerdo con los socialistas.
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