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Aida Collado
Martes, 22 de diciembre 2015, 03:25
Al día siguiente de conocer los resultados electorales que le otorgan un escaño en el Congreso de los Diputados, el flamante diputado nacional de Ciudadanos por Asturias, Ignacio Prendes, se alegraba ayer de que el país «deje atrás el bipartidismo» y, con él, la época de la alternancia entre el PP y el PSOE. Su primera lectura de los comicios es que «un nuevo panorama político» ha nacido en España. Un escenario, «más plural y más complejo», donde cuatro fuerzas políticas -PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos- serán «decisivas» a la hora de alcanzar acuerdos. Y sobre eso, sobre la necesidad de consenso, lanzó unas cuantas advertencias.
«Es verdad que se complica el escenario de la gobernabilidad», reconoció para mirar directamente en dirección a los socialistas, como ya hiciera horas antes su candidato a la Presidencia, Albert Rivera. «El PSOE tiene que decidir si opta por una política sensata, de cambios razonables, o quiere quedar en manos de una pluralidad de fuerzas que no sabemos qué objetivo tienen y carecen de un programa común», aseguró. Alertó, de este modo, de lo que en su opinión es un «claro peligro de deriva hacia la demagogia». Un riesgo que, a su juicio, se materializaría si los socialistas aceptasen encabezar una posible coalición multipartita. Porque en muchas de las fuerzas políticas en cuestión, señaló, «prima el concepto autodestructivo del principio de soberanía nacional».
En este sentido, expresó uno de sus primeros compromisos como diputado electo: «Igual que en Cataluña servimos como dique contra el nacionalismo, también seremos dique contra el populismo». Lo serán, claro, en la medida en que sus 40 escaños lo permitan. Lo que tiene claro, es que el partido «no va a apoyar el gobierno con una fuerza que defiende la ruptura de España, con procesos de autodeterminación a la carta», en alusión a Podemos.
Prendes no obvió, sin embargo, que fue el PP la formación que recibió «un mayor castigo». Negó el sentido de los discursos triunfalistas, cuando los populares han perdido 63 diputados: «Tiene que revisar toda su política de los últimos años, sobre todo en lo relativo a la lucha contra la corrupción, la regeneración democrática y su incapacidad para acometer las reformas que hacen falta en España».
Ciudadanos interpreta los resultados del 20-D como la consolidación del un espacio de centro «que no existía» en España. Ciudadanos, ahora, trabajará por «ensanchar ese espacio, sostenido por 3,5 millones de personas y 40 diputados, y fortalecerlo».
Y Prendes considera que si hay que empezar por algo es por la reforma de la ley electoral. Estos comicios han evidenciado, una vez más, «la desigualdad en el valor del voto». Izquierda Unida, a la que la formación naranja ha desplazado de su tradicional escaño por Asturias, es la más perjudicada. Nadie lo duda. Pero también Ciudadanos se percibe más maltratada que Podemos, de quien le separa «una corta diferencia en votos, pero muy importante en escaños». Salen peor paradas, apunta el diputado, «las fuerzas de estructura nacional con un voto más disperso, menos concentrado que el que pueden obtener, por ejemplo, las diferentes mareas».
Ciudadanos pretende poner pronto encima de la mesa, además de la reforma electoral, el pacto nacional por la educación y la reforma constitucional. A estos fines, no resultaría beneficioso que hubiera que repetir las elecciones. «El partido que ha ganado es quien tiene que tratar de encabezar gobierno», sabe Prendes. «Sería bueno que lo hubiese y no fuésemos presos de una pluralidad de fuerzas políticas, ya que esto generaría rechazo ciudadano». Por eso, instó a actuar «de forma responsable, para que los ciudadanos vean que la pluralidad es fructífera y no en términos de parálisis e inmovilismo».
Si para ello apoyarán o no al Ejecutivo del PP continúa siendo una incógnita: «Veremos su planteamiento de gobierno... Lo que sí hemos dicho es que en ningún caso formaremos parte de ese Ejecutivo». Prendes cree que es muy pronto para comprometer o negar apoyos y, de momento, prefiere quedarse en el análisis del crecimiento de Ciudadanos en Asturias, que ha pasado de 38.000 votos en las autonómicas a a 83.500, en las generales. Niega que los resultados a nivel nacional le hayan dejado un sabor agridulce. «Hemos sido el partido que más ha crecido y la línea sigue siendo ascendente», explicó restando importancia a la diferencia entre los resultados finales de Ciudadanos y las expectativas generadas por las encuestas. «Era muy difícil de prever un resultado, no había antecedentes», zanjó.
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