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Lunes, 21 de diciembre 2015, 13:56
Hay quien aprovecha las elecciones generales para pedir que el grupo de heavy metal Metallica visite algún día España. También está el que prefiere meter una rodaje de chorizo en el sobre que el bocadillo o el fanático del Betis que ha dado un voto de apoyo al club de sus amores. Compite con él un granadino que introdujo en el sobre una foto de Mourinho.
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Luego hay quien recuerda frases míticas de clásicos del cine como 'La Princesa Prometida' y lo escribe en su papeleta: «Hola, soy Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate para morir...» Eso sí, el que más se lo ha currado esta vez es el que se ha puesto ha inventarse el nombre de un partido: Mortadelista Filemonero.
Según la ley electoral española, se considera voto nulo cuando no se incluye en el sobre una papeleta oficial o va acompañada de otro tipo de objetos, cuando se encuentra más de una papeleta de candidaturas diferentes o cuando la papeleta llega a la urna sin sobre.
Los votos nulos no tienen consecuencia electoral y, a veces, son concebidos y entendidos como una forma divertida de manifestar el descontento. En las urnas no valen, pero en las redes sociales dan para mucho cachondeo.
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