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Andrés Suárez / Octavio Villa
Jueves, 17 de diciembre 2015, 01:10
En el debate que celebraron anoche en Canal 10 y ELCOMERCIO.es los candidatos al Congreso de las cinco principales formaciones se percibió claramente que la campaña está llegando a su fin con las previsiones de votos poco claras. El debate fue relativamente poco bronco y sí muy didáctico, en particular sobre las propuestas de carácter económico. Donde sí que hubo discrepancias claras fue en el diagnóstico sobre la corrupción, puesto que aunque todos coincidieron en la necesidad de limpiar la política, difieren en la receta y, de paso, se afean unos a otros sus actuaciones dudosas.
Llamó la atención la forma en la que la candidata de la coalición PP-Foro, Susana López Ares, y el de Ciudadanos, Ignacio Prendes, marcaron distancias durante todo el debate. El primer rifirrafe claro entre ambos se produjo en el análisis de la evolución del mercado de trabajo. Prendes, tras exhibir Susana López Ares los datos sobre la evolución de los afiliados a la Seguridad Social durante los dos últimos años, pidió que la comparación fuese justa, y que la efectuase entre noviembre de 2011 cuando el PP ganó las elecciones y noviembre de 2015, lo que molestó a la candidata popular. Adujo López Ares que en ese momento seguía gobernando el PSOE, y sacó un papel con los datos de enero de 2012 y los últimos publicados (los afiliados aún habían bajado más, por lo que el incremento de la afiliación en noviembre de 2015 fue de «más de 276.000 personas»). Prendes matizaba que hoy se firman «16 millones de contratos temporales al año, con 13 días de media de indemnización por despido. Hay que acabar con esa precariedad». Y la socialista Adriana Lastra dejaba pasar la oportunidad de puntualizar a López Ares sin pedir un turno por alusiones. Eso sí, cuando le tocó hablar, prometió una reforma fiscal «que armonice los impuestos para que tribute la riqueza» y que «lucharemos contra el fraude», así como la derogación de la reforma laboral del PP, en la misma línea que Sofía Castañón, de Podemos, y Manuel González Orviz, de IU-UP.
Éste último inició el debate pidiendo a sus colegas «una posición común de los diputados asturianos» en el Congreso para defender las infraestructuras en Asturias, las comarcas mineras y las ayudas al sector agroganadero. Sofía Castañón coincidía mucho con PSOE e IU en denunciar la precariedad laboral, aunque recordó que «hay que derogar las dos reformas laborales, la del PSOE y la del PP». Pero no parecían sus rivales muy dispuestos a entrar a ese tipo de enfrentamientos. Por momentos, IU y Podemos coincidían, incluso, en sus planteamientos, al punto de que algunos eran calcados. Habló Orviz de que la Constitución establece que la totalidad de la riqueza nacional debe ponerse al servicio del bienestar de todos, y definió esa transferencia de recursos como «humanismo cristiano». Castañón lo completó, recordando que «hay más de mil millones de horas extras sin remunerar y personas en condiciones de esclavitud, que no pueden encender la calefacción y se preguntan por qué lo pasan peor si el PIB sube».
Pero no consiguieron que la candidata de PP-Foro se centrase en ellos. López Ares estaba más interesada en marcar distancias con Prendes, al que recordó que su «contrato único incentiva el despido de los últimos contratados». Esto dio, incluso, pie a que Lastra le diese la razón a López Ares «por primera y supongo que única ocasión. El contrato único es inviable, salvo que se pretenda el despido libre. No es lo mismo el contrato de un temporero de la aceituna que el de un trabajador de la siderurgia asturiana».
La confianza de los ciudadanos
El tema de la corrupción dio pie a más discrepancias. Coinciden todos en la crítica a la actitud de los corruptos, pero Prendes aprovechó para atacar a los partidos que, según él, han propiciado los casos de corrupción, y cargó muy directamente contra el PSOE, ya que «mantenéis en las listas a algunos imputados». También contra el PP, al punto de que López Ares le instó a que «no venga a intentar dar lecciones», en un nuevo desencuentro que tendría un capítulo adicional más tarde, cuando se trató del modelo territorial, donde López Ares directamente acusó a Prendes de «mentir» sobre sus propuestas al respecto de la reducción del número de ayuntamientos.
Pero la corrupción dio para que PP, PSOE y Ciudadanos se enfrascasen en un debate a tres, mientras Podemos introducía los casos de los fondos mineros y de los sobrecostes de la obra de ampliación de El Musel. Prendes aprovechó para recordar a Lastra que la comisión de investigación de la Junta General apuntó a la responsabilidad en esos sobrecostes del actual cabeza de lista al Senado por el PSOE, Vicente Álvarez Areces, por lo que le instó a «respetar la responsabilidad política». Lastra, por su parte, recordó que «solo el PSOE» tiene marcada la línea de expulsión en la apertura del juicio oral, y que en casos como el de «José Ángel Fernández Villa, la expulsión fue automática, en cuanto salió en el periódico». Hubo también un recado para el PP en las palabras de Lastra, que repitió el mantra de los socialistas sobre la famosa frase de Mariano Rajoy a Luis Bárcenas: «Luis, sé fuerte». López Ares apenas se refirió a que la justicia sigue trabajando y sí que precisó que «me niego a aceptar que cuando hay un corrupto, todo el conjunto lo es».
Por su parte, tanto Orviz como Castañón eximieron a los militantes de los partidos con casos de corrupción de responsabilidad, pero, en palabras de la representante de Podemos, «esos partidos no se merecen la confianza de los ciudadanos».
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