Podemos reivindica su peso «decisivo» y avisa a Barbón: «No tiene mayoría absoluta»

Porque esa es probablemente la mayor variación respecto de la pasada legislatura y en Podemos no son ajenos a ello. Fernández tenía un margen de maniobra a la hora de buscar acuerdos limitado a Podemos e IU, con la excepción del acuerdo presupuestario que logró con el PP y que estuvo muy vinculado a unas circunstancias políticas nacionales muy peculiares que no se volverán a repetir. Barbón, sin embargo, puede mirar a la izquierda y esa será en teoría su prioridad, pero si esa vía se tapona, desde sus 20 diputados tendrá otras opciones aritméticamente viables. Ciudadanos es, sin duda, la más relevante.

Pero en la dirección de Podemos están decididos a jugar sus bazas, a hacer valer el peso de sus cuatro diputados a la hora de condicionar hacia su programa las políticas del PSOE. Será probablemente por la vía parlamentaria, dado que aunque la dirección no se ha reunido aún, lo hará previsiblemente el sábado, gana peso la opción de no reclamar al PSOE su presencia en un gobierno de coalición. Ni los socialistas están por la labor, y de eso son conscientes en la cúpula del partido morado, ni el resultado propio en las elecciones del pasado domingo asegura la capacidad de presión suficiente para conseguir ese objetivo. Basta ver las calabazas que el líder nacional, Pablo Iglesias, está recibiendo de Pedro Sánchez en Madrid al formular esa misma petición.

Y aunque Podemos cree que su margen de influencia en la política asturiana sigue siendo amplio, sus responsables también constatan que Barbón tiene más capacidad de maniobra a la hora de alcanzar acuerdos puntuales para ir gestionando la legislatura. Los movimientos que comienzan a atisbarse en Madrid, con Ciudadanos como protagonista, hace sospechar a la dirección del partido morado que el futuro presidente del Principado pueda tener bastantes facilidades a la hora de llegar a acuerdos con los naranjas y con su candidato, Juan Vázquez.

Una sospecha que también comparten en el seno de IU, que igualmente intenta superar el batacazo electoral con el añadido de que en su caso se queda sin grupo parlamentario propio, que exige tres diputados cuando la coalición solo tiene dos. En la organización confían en que Barbón priorice a la izquierda a la hora de buscar acuerdos y consideran «un grave error» que pueda decantarse por Ciudadanos.