«Estoy cero preocupada por los sillones, pero el apoyo de Podemos no será gratis»

-¿Sensaciones en lo que va de campaña?

-Por un lado, la calidez y el corazón de la gente que hay detrás de nuestra campaña, que es un poco 'vintage', un poco artesanal, porque no nos sobran los recursos económicos. Y en segundo lugar, un cierto desencanto y desafección por parte de la gente, porque yo creo que no encuentran en la política la verdadera solución a sus problemas.

-Ahí Podemos debería hacer autocrítica porque dicen ser el partido de la gente y llegó a la política para recoger el desencanto con el bipartidismo...

-Sin duda. Vinimos a hacer formas distintas de política. Yo llego tan nueva que no sé decirte cuál fue el motivo último de que no se cumpliera eso al cien por cien. Hombre, está claro que cuando no tienes suficiente poder, suficiente representación... Pero a nivel estatal si este Gobierno hizo cosas diferentes fue gracias a que Podemos está ahí. Los ERTES no hubieran sido lo mismo, no hubiera habido la inversión que hay en dependencia... Así que se acaba dejando su impronta. Aunque está claro que no es suficiente.

-¿Le piden cuentas en la calle por la 'ley del sólo sí es sí' y la reducción de condenas a la que ha dado lugar?

-Me preguntan de vez en cuando, sí. Ha tratado de personalizarse toda la responsabilidad en Irene Montero, pero yo creo que ninguna ministra hace una ley ella sola, por su cuenta y riesgo. En esa ley, por tanto, hay muchos actores implicados. Dicho esto, creo que habría que haberse parado a reflexionar.

-¿Usted hubiese rectificado?

-Sí, yo hubiese rectificado. A veces hay que pararse y reflexionar sobre lo que se ha hecho para mejorarlo, no para dar pasos atrás. El consentimiento de la mujer debe estar en el centro de todo. Pero si la ley ha tenido errores, ya sea por su aplicación o por su redacción, hay que solventar los problemas que se están dando. Rectificar es de sabios.

-Que Bildu haya incluido a personas con delitos de terrorismo también ha salpicado la campaña. ¿Qué opina?

-Me parece inadmisible que haya personas con delitos de sangre en una lista electoral. También te digo que igual habría que revisar más listas electorales, porque aquí la Transición fue lo que fue y hay partidos que llevaron durante mucho tiempo en sus listas a gente implicada en otro tipo de asesinatos. Pero bueno, más allá de esto, estamos en 2023, y creo que personas con delitos de sangre no deberían ir en listas electorales. Pero, claro, si cumpliendo las reglas democráticas se pueden presentar, qué vamos a decir los demás. Los que deben hablar son los vascos en las urnas.

-¿Cómo se sale a hacer campaña sin el respaldo de la dirección de su partido?

-Yo me siento tremendamente respaldada por la militancia de Podemos. En cuanto a la dirección nacional, tanto Irene Montero como Ione Belarra han realizado declaraciones respaldando mi candidatura y, la verdad, no tengo por qué no creerme esas declaraciones.

-¿No cree que la división interna en Podemos Asturias, más que evidente cuando su candidatura se encerró en la sede, puede pasarles factura electoral?

-Fíjate, soy optimista por naturaleza y pienso que, aunque esa situación que vivimos fue muy incómoda, quizá sirva para fortalecer Podemos Asturies, que ahora se parece al Podemos original más que en cualquier otro territorio. Yo espero que la gente valore nuestra capacidad de defender las causas justas. Si en un partido hay unas primarias, esas primarias deben respetarse. Lo demás es una tomadura de pelo.

-¿Qué le parece la aplicación informática para repartir las tareas del hogar que ha lanzado el Ministerio de Igualdad de Irene Montero?

-Yo no hubiese gastado dinero en eso. Cuando oí el anuncio me quedé pensando en si realmente esta iniciativa va a contribuir a que las tareas domésticas se repartan. Y para eso yo creo que lo que hay que hacer es invertir mucho en pedagogía y educación, desde la Primaria hasta los paisanos de cierta edad, y promover políticas que de verdad fomenten la conciliación. Es loque a mi me parece que vale.

-¿En qué cuestiones sí gastaría usted dinero público?

-Gastaría mucho en salud mental, en cuidado a la dependencia y en generar empleo de calidad. Luego, hay cosas que van de la mano, como el acceso a una vivienda digna, que es un derecho fundamental.

-¿Se sumaría a un gran pacto político por la salud mental, como el que propone Ciudadanos o el PSOE?

-Los grandes pactos políticos son muy vistosos para una campaña electoral. Pero es algo irreal. Lo que hay que hacer son planes integrales con medidas concretas. Los pactos quedan muy bien sobre el papel y para hacerse la foto. Pero si no se llevan a la realidad a mi me sirve de poco y a los asturianos ni te cuento. Oye, ojalá fuera posible llegar a pactos. Pero difícilmente yo podría pactar con un partido como Vox, que esta´pidiendo excluir de la sanidad pública a los inmigrantes o el derecho a morir dignamente. Es una aberración. ¿Pero en qué siglo creen que estamos?

-¿Qué propone usted entonces para responder a los problemas de salud mental?

-Lo tengo claro: hacer un plan integral que pase por contratar psicólogos, terapeutas ocupacionales... Pero un número importante. Unos doscientos. Es mejor tener un psicólogo al que acudir dos veces por semana si fuese necesario y quitarte de trankimazines, orfidales o lorazepanes.

-¿Y para generar empleo de calidad? Porque ese es el compromiso político por excelencia y a la hora de la verdad...

-Es una prioridad absoluta. Podríamos generar empleo en el sector de la sanidad, que hace falta y se puede; en el sector de los cuidadanos; y en la industria, que es uno de nuestros principales escollos y ahí habría que poner mucho esfuerzo. Hay que invertir en una industria que se diversifique; aquí hay mucho potencial en energías renovables, inteligencia artificial, investigación...Yo creo que debería haber un fondo público de inversión en empresas. Pero también que todo dinero público que se invierta en una empresa sea a cambio de tener capacidad de decisión para garantizar su permanencia. No vale poner 486 millones en Arcelor para que se marche a la primera de cambio.

-¿Tiene decidida cuál será su estrategia tras el 28 de mayo?

-Pondremos todo el esfuerzo para que haya un gobierno de derechos y no de derechas. Hay que recordar que Barbón lleva gobernando cuatro años con Ciudadanos, que no es muy de izquierdas que digamos.

-Vayamos al grano: si el PSOE necesita su apoyo para gobernar, ¿se lo brindarán?

-Me gusta tomar las decisiones con toda la información en la mano, así que habrá que esperar a ver qué ocurre el domingo. Nosotros vamos a asegurar que tras el 28 de mayo haya un gobierno que se preocupe por las cosas cotidianas, por la salud, la dependencia, el empleo...

-¿De producirse la coyuntura, ese apoyo sería gratis o aspiran a replicar una coalición como la del Gobierno central?

-Gratis no hay nada. De todas formas, lo fundamental es que se trabaje en esas líneas que te he mencionado. Puede sonar a tópico, pero te puedo asegurar que estoy cero preocupada por los sillones.

«Prioridad» como madre, profesional sanitaria y política

Covadonga Tomé eligió el entorno del centro de salud mental de Montevil, en Gijón, para hacerse la foto de esta entrevista. Como candidata de Podemos, pero sobre todo «como madre y profesional sanitaria». Es su forma de reivindicar que «el tema de la salud mental debería ser una prioridad», que «hay que pasar de las palabras de Barbón a los hechos», en un momento en el que Asturias está sobrecogida por los últimos casos de suicidio en jóvenes.