Elecciones autonómicas y municipales en Asturias

La participación en las elecciones crece por encima del 36% a las dos de la tarde

Los primeros datos de la jornada apuntan a una movilización elevada en todo el país, también en Asturias, al menos en las primeras cinco horas de elecciones. A las 14.00 horas el índice de participación en las autonómicas y municipales se situaba en Asturias por encima del 36%, proporción que no se había visto en la última década dentro de este tramo horario.

La aplicación del Principado que chequea los comicios autonómicos sitúa el índice en el 36,16%, 3,31 puntos más que en 2019. La del Ministerio del Interior, al cargo de las urnas municipales, lo fija en el 36,17%, un avance de 3,35 puntos. En las primeras cinco horas de votación ya habrían dejado su papeleta más de 300.000 electores en ambas urnas. Los colegios seguirán abiertos hasta las 20.00 horas.

Hay diferencias por circunscripciones. En la oriental se registra el dato más alto, con un 37,57% de electores que ya han dejado su voto en la urna autonómica, 3,45 puntos más que en 2019. En la central, donde se juega el mayor volumen de escaños, ronda el 36,07%, 3,28 puntos superior a 2019. En la occidental el dato es alto, pero más discreto: el 35,92% del censo había votado ya, 3,28 puntos más que hace cuatro años.

También las diferencias se aprecian por concejos. La mayor proporción de votantes que ya lo son está en Pesoz, donde un 51,53% ya han expresado quién quiere que ocupe la alcaldía. En el suroccidente también está el concejo que se lo toma con más calma, Ibias, con una participación del 26,76%. En los concejos más habitados Gijón registraba una participación del 36,5% (3,49 puntos por encima de 2019), Oviedo del 35,71% (3,33 puntos más), Avilés iba por detrás con el 35,5% (3,84 puntos más) y Siero hace lo propio con el 33,02% (3,15 puntos más que en las anteriores). En las cuencas Mieres ha movilizado al 34,42% de los electores (un 0,7 más que en 2019) y Langreo al 35,02% (3,66 puntos más).

Varios matices. A las elecciones que decidirán los 45 escaños de la Junta General del Principado están llamados a votar 958.623 electores, de los que 123.184 viven en el extranjero. Suponen un 12,8% del censo electoral con la novedad en estos comicios de que no tienen que rogar el voto, trámite que facilita su emisión. En 2015 con el voto rogado apenas 2.623 emigrantes remitieron su papeleta. El peso de ese voto exterior puede condicionar el recuento y alargar la incertidumbre, toda vez que hasta el viernes no se procederá a su escrutinio.

Hoy se celebran además elecciones municipales en los 78 concejos, y a ellas están llamados a participar 958.635 ciudadanos, esto es, 12 electores más. La diferencia estriba en que quienes viven en otro país no tienen derecho a elegir alcalde, pero en cambio parte de los extranjeros que están asentados en el concejo sí tienen la facultad de emitir su voto.

Otro factor a tener en cuenta es el voto por correo. Según comunicó la Junta Electoral Central, 25.658 asturianos enviaron su papeleta a las elecciones autonómicas y locales, lo que supone un 12% más que en 2019. Estos sacos se incorporarán a las urnas para el recuento de hoy.

En Asturias además existe en parte del territorio una tercera urna, para decidir presidente en las 39 parroquias rurales constituidas. La participación aquí era del 31,64%.

Los primeros datos en el conjunto del país apuntan a una mayor movilización en este primer tramo horario. A la espera de agregar los datos de las últimas 50 mesas electorales (sobre un total nacional de 60.542) en las municipales de todo el país se está dando un índice de participación del 36,69%, que supone 1,59 puntos más que en 2019. Visto con esa perspectiva los asturianos se están movilizando, pero su 36,17% de participación en los comicios municipales dista del 44% de La Rioja, o el 43,34% de la Comunidad Valenciana, una de las plazas clave en el debate nacional.

¿Cuál es la importancia del primer avance de participación? Confirman en los cuarteles de varios partidos que el dato tiene una importancia «relativa». «El trabajo está hecho, lo que no hiciste hasta el sábado no puedes ahora improvisarlo», explican.

Las estadísticas invitan a tomar esa distancia, si bien estos primeros datos sugieren una movilización a considerar. En 2019 a las dos de la tarde la participación en las autonómicas era del 32,85% y al final de la jornada llegó al 55,12%, en 2015 fue del 33,66% y terminó en el 55,79%, en 2012 con las elecciones adelantadas se deprimió hasta el 26,6% pero luego remontó hasta el 51,15% y en 2011 a las dos de la tarde habían votado el 33,99% y la tarde fue animando el proceso hasta cerrar en el 66,89%. Los datos de hoy superan ese último registro.

«Mi impresión es que la liturgia del proceso ha ido cambiando. Antes teníamos enormes colas de gente muy motivada en las primeras horas de la mañana y ahora el ciudadano se lo toma de otra manera, organizándose para ir a lo largo del día», valora Isidro Martínez Oblanca, ahora diputado de Foro Asturias pero que ha estado en diversos equipos de campaña desde el inicio de la democracia.

La atención de los partidos se centra hoy sobre todo en asistir a los apoderados e interventores, figuras clave en el proceso. Foro Asturias asegura tener repartidos a 250, Convocatoria por Asturias habla de 1.200 y en Podemos calculan disponer de unos 400 para seguir la jornada a pie de urna. Entre las misiones que tienen, además de ayudar al ciudadano sin pedirle el voto, está la de denunciar cualquier incidencia que pueda afectar al proceso y recabar una copia de las actas del escrutinio, funciones ambas determinantes. «En el año 2000 por población nos disputábamos 10 escaños en las elecciones generales de Asturias, y el PP logró cinco», evoca Martínez Oblanca. «Los socialistas reclamaron que había un error que les podía dar un diputado más, pero ni la Junta Electoral ni el Supremo entraron en ello por haber reclamado fuera de plazo; por eso es vital para los partidos tener copia de esas actas para hacer su propio recuento», indica.

Las incidencias también son objeto de preocupación. «Recuerdo que en una ocasión alguien repartió por las mesas listas electorales en asturiano, de diferentes partidos, colocadas para que luego fueran anuladas. Haber imprimido eso y lograr ponerlas así requería medios y recursos y te puede chafar varias mesas», describe.

En los partidos están al quite de estas alteraciones pero también del pronóstico del tiempo, que apunta a chubascos en zonas de cordillera e interior. ¿Afecta al proceso? «Por supuesto», indica Martínez Oblanca. «En las segundas municipales a las que se presentaba Vicente Álvarez Areces sacó un resultado inferior al que esperaba y los socialistas lo achacaron al buen tiempo. Decían que la gente se había ido a la playa», recuerda.

Joaquín Artés, del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, hizo un estudio cruzando datos meteorológicos y procesos electorales en España entre 1986 y 2011, concluyendo que la lluvia disminuye la participación, siendo las formaciones conservadoras las más penalizadas.

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