Elena Cuesta
Martes, 29 de octubre 2024, 20:09
Cimavilla y La Arena serán las primeras zonas asturianas declaradas como tensionadas en 2025. El mismo, es uno de los conceptos de moda en el mercado de la vivienda. La Ley 12/2023 del 24 de mayo define como zona tensionada aquella región en la que se observa un desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas de alquiler, lo que genera un aumento de los precios sostenido y constante que dificulta el acceso a la misma a un precio asequible. La norma ofrece a los gobiernos con competencias para ello mecanismos para declarar estos lugares como zona tensionada y regular el mercado en la misma.
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Entre los propietarios este mecanismo acostumbra a levantar recelos, ya que muchas ocasiones entienden que limita su rentabilidad y que son imprevistos con los que no contaban en el momento en el que, en muchos casos, decidieron hacer una inversión en el inmueble. También en muchos casos puede condicionar la decisión de los dueños de viviendas a la hora de reparar las propiedades, ya que pueden entender que no les compensa.
La otra cara de la moneda es la de los inquilinos, los grandes beneficiados de esta implementación. Especialmente pensando en las rentas más bajas, limitar el precio del alquiler puede permitir que muchas personas tengan la posibilidad de acceder a inmuebles que, con las leyes del mercado, serían inaccesibles para ellos. El problema para ellos puede ser que, a largo plazo, los propietarios decidan retirar sus viviendas del mercado al entender que su precio no les compensa las ganacias que les van a generar.
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