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El presidente del grupo Zima, Miguel Zorita, anunció que la compañía retoma con fuerza el proyecto de eólica marina que tiene para El Musel y ... en el que lleva trabajando, según desveló, desde 2015 o 2016, cuando se planteó la necesidad de incorporar al grupo «actividades de mayor valor añadido». Tras fracasar la alianza que mantenía con Duro Felguera para este proyecto, impulsa en solitario la sociedad Dea Asturica para gestionar la planta en la que se prevén construir plataformas para el despliegue de la eólica flotante. La nueva instalación, explicó, generará 300 puestos de trabajo directos, que ascenderán a 800 contando los indirectos.
Zorita, que ofreció estos detalles durante un encuentro con los medios con motivo del 50 aniversario de Daorje, filial de Zima, ahondó en el proyecto, con el que prevén facturar 300 millones de euros al año y que permitirá transformar 80.000 toneladas de acero en cada ejercicio. «Hasta ahora, desde la ingeniería de Daorje hemos dado respuesta a las necesidades de los clientes y hemos visto que es el momento de dar el paso y construir una nueva sociedad», aseguró el presidente de Zima y Daorje antes de reunirse con el primer teniente de alcalde de Avilés, Manuel Campa.
Zorita señaló también que el objetivo de la empresa es responder a la demanda «brutal» de infraestructuras eólicas marinas que se espera a partir de 2027. Especificó que Dea Astúrica se enfocará en las plataformas flotantes. «Hasta ahora, el negocio se ha centrado en las fijas, que solo se pueden instalar en el cinco por ciento de las costas. El resto es para la flotante y es lógico que nos fijemos en ese sector que aún no se ha desarrollado y no existe ninguna empresa dominante que dificulte nuestra entrada en el mercado», explicó, sobre una tecnología que está llamada a desplegar este tipo de generación de energía en las costas españolas.
El presidente de Zima detalló que, en estos momentos, la nueva empresa trabaja en la organización de la cadena de suministros que le permita responder a los proyectos que vayan surgiendo. En la actualidad, ya aspiran a contratos por 1.200 millones de euros. Además, señaló que las futuras instalaciones se diferenciarán por «un proceso industrial muy mecanizado, que nos permitirá reducir costes». Parte del equipo de ingenieros «viene del sector del automóvil, uno de los más mecanizados y eficientes del mundo. Sus conocimientos servirán para reducir los costes en la producción de las plataformas», explicó también. Estas, precisó, representan el 27% de los costes de toda la estructura, por lo que una mejora sustancial representará una ventaja competitiva en el mercado.
De este modo, el proyecto de Zima vuelve a tomar impulso, después de meses de muchas dudas, aunque la inversión aún no es definitiva. La Autoridad Portuaria de Gijón debe todavía adjudicar el terreno que requiere el grupo. De hecho, está elaborando los pliegos para el concurso de los 128.000 metros cuadrados necesarios y lo lógico es que se encuentre con competencia. Entre los posibles concurrentes está Duro Felguera, que también planteó una oferta en su momento.
En 2021, Zima había anunciado su interés por ese terreno. Después, llegó la propuesta de Duro, con un plan que en una primera fase precisaba también de 128.000 metros cuadrados para actividades operativas y almacenamiento y, en una segunda, 260.000 para una línea de fabricación de monopilotes XXL. Finalmente, y tras un proceso de negociación en el que se implicó la Administración, ambas empresas llegaron a un acuerdo para integrar las dos propuestas. Zima llevaría el liderazgo de la nueva empresay el grupo de ingeniería asturiano se integraría en su accionariado en un porcentaje que se aún debía concretarse. Sin embargo, esa relación no llegó a buen puerto, en gran medida, por los retrasos que ha sufrido Duro en su proceso para dar entrada a los nuevos accionistas mexicanos y lograr la ansiada estabilidad financiera. Todo ello había dejado el proyecto de Zima en una especie de limbo. Mientras, Duro Felguera mantiene el suyo y, de hecho, pugna por parte del terreno que también ha solicitado en El Musel Ionway para producir precursores de materiales de cátodo activo (pCAM), un componente clave de las baterías de litio para vehículos eléctricos. La Autoridad Portuaria rechazó su recurso, pero el grupo ha recurrido a la Justicia. El proyecto de Zima no competiría por el mismo espacio que el de Ionway, pero sí con el de la ingeniería. Zorita reconoció ayer que están pendientes de las reclamaciones de Duro, que defiende, no obstante, que ambos proyectos podrían ser compatibles.
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