La vivienda recupera los precios de hace una década en Asturias, mientras se disparan en el país

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana –del que dependen las políticas de vivienda–, el valor tasado medio del metro cuadrado en Asturias era de 1.361 euros en el segundo trimestre, solo un euro más que en el mismo periodo de 2013. Contrasta con la subida del 19,3% anotada por la media española, hasta situarse en los 1.793 euros.

Una cantidad que Asturias no alcanzó ni siquiera en el techo que tocó en el segundo trimestre de 2008, cuando el metro cuadrado de la vivienda libre llegó a los 1.781. A partir de finales de 2014, los precios se mantuvieron por debajo de los 1.300 euros, barrera que no volvieron a superar hasta el periodo de abril a junio de 2019, para volver a bajar durante la pandemia. Aunque recuperaron la senda ascendente y la brecha con la media nacional sigue siendo muy amplia –el metro cuadrado cuesta 432 euros más de media que en el Principado–, los precios aceleran su incremento en la región. Así, la variación trimestral en Asturias supuso una subida del 2%, frente al 0,3% nacional. En el caso de la interanual, el Principado alcanzó un incremento del 3,2%, dos décimas más que en el global de las comunidades.

En este escenario, Asturias es la quinta comunidad donde es más fácil acceder a una vivienda. Así lo recoge el último Informe Completo de Tendencias del Sector Inmobiliario publicado por la Sociedad de Tasación, correspondiente al primer semestre. Según el índice de accesibilidad que elabora este organismo –que determina el equilibrio entre el precio medio de la vivienda y la capacidad de endeudamiento adecuada para su adquisición según la renta media de los ciudadanos–, el Principado tiene una ratio de 109, solo superado por Aragón (110), Castilla-La Mancha (114), La Rioja (120) y Murcia (121).

En el extremo contrario se sitúan Islas Baleares, Madrid, Cataluña y País Vasco, que mantienen un índice de accesibilidad inferior a la media nacional (78) y son cuatro de las diez comunidades cuyo índice no llega a alcanzar los cien puntos. Es decir, «un ciudadano medio de esas autonomías con un salario medio no podría acceder a una vivienda promedio sin endeudarse más de lo razonable», apunta la Sociedad de Tasación.

En el segundo trimestre, este indicador continuó con su tendencia descendente, iniciada en el verano de 2021. La evolución negativa de este índice, generalizada en todas las autonomías (-26% en Asturias), está condicionada por «el crecimiento de los tipos de interés, así como por el encarecimiento de la financiación, lo que dificulta la capacidad de adquisición de una vivienda por parte de los ciudadanos».

Según los datos recogidos por el Banco de España, quienes compran una casa tienen que dedicar un 38,6% de sus ingresos brutos a ello y, dado que los tipos de interés y el precio de la vivienda siguen subiendo, probablemente la tasa de esfuerzo se acercará al 40% –cuando la recomendación es que no se pase del 30%–. Se trata de la más alta desde la crisis financiera que pinchó la burbuja inmobiliaria en 2008 y 2009 y un 30% superior a la que había hace solo tres años.