Umicore decidirá a finales de primavera si ubica su planta de componentes de baterías en El Musel

Para dicha resolución –que se espera para finales de primavera, muy posiblemente para el mes de junio– se tendrán en cuenta factores laborales, de costes –energéticos, especialmente– y de ayudas que puedan aportar los gobiernos. En esta línea están los países miembros de la Unión Europea, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, muy avanzado en este sentido.

No en vano, Umicore ya está «en conversaciones con el Ejecutivo español para el paquete de ayudas a la inversión». El pasado mes de enero, el nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se reunía con el consejero delegado de Umicore, Mathias Miedreich, en Suiza aprovechando la presencia de ambos en el Foro de Davos y donde tuvieron ocasión de hablar del proyecto. En este contexto, fuentes del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Gijón ya indicaron que la multinacional tiene el visto bueno de Madrid para la recepción de fondos europeos.

La inversión –como ya especificó este periódico– será de 1.400 millones. Ese es el grueso, aunque la cifra podría ser mayor. La generación de empleo se estima en mil puestos de trabajo. Influirán, como se decía, factores humanos –si en dicho emplazamiento hay trabajadores que cumplan con el perfil que busca o que puedan recibir la formación necesaria–, los costes operativos de la planta (energía, sobre todo) y las ayudas, pero también la logística, el transporte y a dónde va a enviar la mercancía. Ese es el marco que la multinacional está analizando para determinar dónde es más competitiva la planta. «Se está trabajando muy duro en identificar la mejor ubicación», indican las mismas fuentes.

Precisamente por sus servicios logísticos y portuarios –una baza que también juega Dunkerque–, la candidatura asturiana gana fuerza. La multinacional la estudia «con mucho interés». Ya en sus primeros contactos con el Gobierno asturiano el año pasado sus directivos indicaban que «era favorita». El pasado 6 de febrero, la multinacional visitaba El Musel para avanzar en el proyecto y después se entrevistaba con el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien sin embargo eludió dar más detalles del encuentro, apelando a la «diplomacia discreta» para facilitar el proyecto.

Será el consejo de administración de Umicore quien lo apruebe en ese horizonte de tres meses. Mientras tanto, hay otras cuestiones que se espera queden despejadas antes, como el recurso que interpuso Duro Felguera contra su reserva de suelo. En el trámite de competencia abierto por si había empresas interesadas en el mismo terreno de Umicore y con el mismo objeto, no hubo más ofertas, pero sí un recurso de reposición del grupo asturiano de ingeniería alegando que la superficie reservada por la multinacional belga se «solapaba» con la suya. Duro quiere desarrollar en la misma zona –el muelle de Romualdo Alvargonzález– una planta centrada en la fabricación de estructuras para la energía eólica marina. Una iniciativa para la que necesita cerca de 380.000 metros cuadrados.

Dicho recurso está siendo estudiando por la asesoría jurídica del Puerto y también por la Abogacía del Estado, y su dictamen se conocerá «pronto», según fuentes de la Autoridad Portuaria. El consejo de administración del órgano público decidirá sobre la reserva de suelo de Umicore en su próxima reunión, que en principio se iba a celebrar en febrero y se ha atrasado a marzo.

A la espera de esa resolución, Duro también ha recurrido a la vía judicial, al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), para defender sus intereses y ejecutar su proyecto, que cree que es «bueno» para Asturias. Según fuentes de la empresa, lo que presentó es el anuncio de un recurso contencioso-administrativo y ahora tiene dos meses para hacerlo efectivo.

Ha dado este paso, apunta, con «perspectiva positiva y conciliadora», puesto que considera que «hay espacio para los dos proyectos y que ambos son posibles». «No son excluyentes», subraya. De hecho, recalca que «el reto real es lograr que ambos se lleven a cabo». En su caso, insiste, para el sector de eólica marina «la ubicación en el puerto es imprescindible». Para Umicore, la proximidad del mar también es importante para la fabricación de componentes de baterías.

Duro competía inicialmente con Zima por 128.000 metros cuadrados en el muelle de Romualdo Alvargonzález. Ambas intentaron forjar una alianza para la fabricación de piezas para la eólica marina, pero no fructificó. Ahora tendrán que concurrir a un concurso. Un terreno –insiste el Puerto– que no colisiona con el de Umicore.

Con todo este tablero, las administraciones se comprometieron con la multinacional belga a tener resuelta toda la tramitación administrativa que conlleva una instalación de estas características para el mes de septiembre, licencia municipal y permiso medioambiental incluidos.