UGT y CC OO llaman a los 25.000 empleados del metal a movilizarse por el convenio

En las asambleas de delegados y afiliados celebradas ayer, tanto en UGT como en CC OO, para deliberar sobre la situación de la negociación, ambos sindicatos acordaron iniciar las movilizaciones, en un primer paso, con concentraciones. Si llegado ese escenario tampoco hubiese avances en la negociación del convenio, se iría un paso más allá con la celebración de huelgas. No obstante, el calendario podría concretarse hoy mismo.

Las organizaciones sindicales llevan semanas advirtiendo de que la cuerda estaba cerca de romperse, que hace falta un sector industrial fuerte que tenga repercusión sobre los trabajadores y sobre la creación de empleo, algo a lo que no ayuda «la situación de bloqueo en el convenio colectivo». Tanto UGT como CC OO avisan de que se avecinan movilizaciones contundentes.

El pasado mes de enero, Femetal, UGT y CC OO constituyeron la mesa de negociación del convenio con unas reivindicaciones que, por el momento no han variado. Entre las más importantes de los sindicatos se encuentran la reducción de la jornada laboral, la subrogación de los trabajadores de las diferentes actividades, la formación, la conciliación de la vida laboral y familiar y unas condiciones salariales que «vayan en consonancia con la importancia de este sector». Tanto los empresarios como la parte social abogaban entonces por una negociación corta, que pudiera cerrarse en el primer semestre del año. Sin embargo, las diferencias existentes han retrasado la firma del convenio hasta el punto de llegar a la movilización.

Aquel día, se firmó la actualización de las tablas salariales del convenio del metal precedente, con una subida del 9,05%, para adecuar los sueldos a la inflación durante la vigencia de aquel pacto. Precisamente, desde Femetal, se aferran a ese importante incremento para pedir ahora cierta contención en las reclamaciones. En ese sentido, el presidente de Femetal advertía en la constitución de la mesa que las ventas deben permitir pagar las reivindicaciones, especialmente en un mercado globalizado: «Todos queremos ganar mucho y trabajar poco, pero lógicamente eso va a representar un costo añadido».