Trabajo modificará la ley y la inspección para acabar con los falsos autónomos

Para «promover el empleo de calidad y con derechos», la próxima iniciativa en la que se centrará el ministerio será luchar contra los falsos autónomos, para lo cual actuarán «rápidamente» a través de dos vías. La primera es modificar la ley y clarificar la definición de lo que es realmente un asalariado y un trabajador por cuenta propia, colectivo en el que -según dejó claro Díaz- no se incluyen los empleados de plataformas digitales como los repartidores a domicilio. Para ello, se tendrán en cuenta las recientes sentencias de los tribunales sobre los 'riders'.

«Los falsos autónomos están encubriendo verdaderas personas trabajadoras asalariadas, un ejemplo de ello son muchos de los 'riders' que vemos en nuestras calles», denunció la ministra y diputada de Unidas Podemos, quien enfatizó que «un joven en bicicleta con un móvil no es un trabajador autónomo». La segunda vía con la que pretende perseguir la actual proliferación de falsos autónomos es reforzando «de forma importante» las inspecciones y las sanciones a estas empresas con modelos de relaciones laborales fraudulentas, tales como Glovo o Deliveroo.

Los esfuerzos de los inspectores de Trabajo se centrarán en el abuso de la contratación temporal concatenada para un mismo trabajador o un mismo puesto; en el uso fraudulento del contrato a tiempo parcial con jornadas no declaradas y la identificación de relaciones extralaborales que deberían articularse a través de contratos de trabajo, como por ejemplo los falsos autónomos, falsos cooperativistas y falsos becarios. Para ello, utilizarán mecanismos de Big Data.

Otro de los objetivos inmediatos de Díaz es unificar y mejorar el sistema de protección por desempleo, ya que aún hay más de 3,2 millones de parados registrados, a los que quiere aumentar la cobertura y «garantizarles unos ingresos dignos y estables». En esta misma línea, se comprometió a aumentar el IPREM, el indicador por el que se actualizan muchos subsidios y ayudas públicas, que lleva casi una década congelado.