Los sindicatos ven «imprescindible» la participación de los trabajadores

Hojas, que reclamó unidad de acción sindical en este proyecto, apuntó que «debemos tener altura de miras para tener la máxima garantía en defensa de los trabajadores y del sector industrial asturiano». Además, remarcó que ArcelorMittal «sabe que es condición 'sine qua non' para que el proyecto llegue a buen puerto» esa participación de los trabajadores, máxime teniendo en cuenta que «habrá que tratar asuntos como la recualificación de los empleados, los perfiles profesionales necesarios y el tipo de plantilla que se precisará». Y es que, en su opinión, «nos jugamos el futuro de Arcelor y el futuro de Asturias».

Por su lado, Espejo celebró que este proyecto cuente con el acompañamiento de los gobiernos de España y Asturias, porque el siderúrgico «es un sector estratégico». También apuntó que esta inversión de mil millones de euros está muy relacionada con el proyecto anunciado anteayer para el desarrollo del coche eléctrico y que está dotado con 4.300 millones de euros. Pero Espejo dijo que «una de nuestras principales demandas es la transformación de los sectores más tradicionales», y puso el acento en que el proyecto presentado por Arcelor «es muy genérico. Hay que desarrollarlo». De ahí la importancia de la participación sindical para «su implantación justa y que el empleo sea de calidad».

Por su parte, el secretario general de UGT-Asturias, Javier Fernández Lanero, destacó que «bienvenidas sean estas inversiones, porque pueden garantizar el futuro de la fábrica en Asturias», aunque consideró fundamental «un plan industrial que garantice el mantenimiento del empleo y la capacidad productiva». Damián Manzano, secretario general de CC OO de Industria de Asturias, coincidió en que «cualquier cosa que venga de inversiones para garantizar el futuro, la viabilidad y la transformación de la empresa es una buena noticia» y abogó por aumentar la «competitividad» de Arcelor. Mientras que el secretario general de CC OO de Asturias, José Manuel Zapico, señaló la urgencia de evitar que la factura eléctrica «se pague a precio de oro» y ponga en riesgo a la industria.