Los sindicatos claman en Asturias en el Primero de Mayo por avanzar en las reformas laborales y sociales

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USO y los minoritarios alzan la voz en Gijón

Paloma Lamadrid

Alrededor de 20.000 personas, según los organizadores, se dieron cita en el municipio de la cuenca del Nalón, en el que durante el recorrido, han tenido protagonismo trabajadores afectados por el cierre de la línea de Sekurit de Saint-Gobain, o por la situación del Grupo el Arco, que reclamaron sus derechos frente a lo que consideran «un atropello».

Al inicio de la manifestación en La Felguera, tanto Zapico como Lanero exigieron a las empresas que respeten los convenios de los trabajadores y no acometan recortes de plantilla ni de salarios, en referencia a Saint-Gobain, pero también a la hipotética fusión entre Banco Sabadell y BBVA, que podría traducirse en ajustes de personal, como en otras operaciones similares. «Una multinacional como Saint-Gobain, cuando decide despedir, decide siempre en España, ni en Francia, ni en Alemania, ni en Italia», advirtió Zapico, que culpó de esto a la reforma laboral que promovió el PP en 2012 y que eliminó la autorización administrativa de los expedientes de regulación de empleo (ERE), un aspecto sobre el que Lanero también incidió. Y sobre los bancos advirtió el secretario general de CC OO de un «oligopolio» y reclamó intervención pública que facilite un «control y regulación desde la administración».

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Zapico consideró, además, el día «importante» para salir a la calle a «reivindicar lo justo» y reclamar «alto y claro que este país necesita un reparto mejor de los beneficios empresariales» para que los trabajadores puedan cobrar más y trabajar menos tiempo y abogó por defender el empleo «con más derechos y más igualdad». Asimismo, reclamó un pacto de Estado por los cuidados, la igualdad real y la corresponsabilidad y reindustrializar el país. En este sentido, apuntó a Arcelor. «España tiene que seguir produciendo acero como sector estratégico», insistió, y pidió al Estado que intervenga «con todas las de la ley» para garantizar el empleo y la actividad en este tipo de sectores.

Lanero, por su parte, puso el foco en Bruselas. «Está claro que tiene que haber firmeza política de la Unión Europea. Tiene que apoyar a su industria, no puede tardar seis años en poner un arancel ambiental, no puede aceptar amenazas de las grandes multinacionales que se quieren ir», recalcó, y exigió al Gobierno español llegar al máximo de la bonificación por el CO2 como hace en Francia o Alemania.

Además, cargó contra «las empresas que tienen muchos beneficios y luego bloquean los convenios, como lo está pasando con el convenio del metal», en referencia a Femetal. Ambos sindicatos han convocado a sus delegados y afiliados a sendas asambleas y plantean incluso movilizaciones..

Por otro lado, recordó que la manifestación se celebraba, precisamente, en la cuenca del Nalón, para la que exigió «una transición justa» con unas comarcas que fueron motor de crecimiento y «ahora han sufrido todas las transiciones». En este sentido, pidió al Estado «que no se olvide de ellas, que está en deuda con ellas» y subrayó que los fondos «tienen que llegar cuanto antes».

Y, en clave política, Lanero pidió también respeto «a lo que se establece en las urnas para poder seguir negociando y seguir avanzando en derechos por la salud laboral porque siguen muriendo dos personas al día por el simple hecho de ir a trabajar», mientras la violencia machista continúa matando.

Además de esta manifestación, el resto de organizaciones de trabajadores celebraron dos más. USO convocó su acto central a nivel nacional en Gijón con la presencia de sindicalistas de nueve comunidades y salida desde el Solarón. Prácticamente al lado, en el Humedal, estaba convocada la manifestación de los sindicatos minoritarios (CSI, CGT, CNT e Intersindical Asturiana), en la que se mezclaron distintos colectivos y reinvindicaciones más allá de las laborales, desde el rechazo a la guerra en Gaza a la protesta por la contaminación en Gijón.