La patronal siderúrgica Eurofer insiste: «Europa todavía está inundada por las importaciones de acero, incluso cuando la demanda interna se detiene». Así lo expresaba ayer Axel Eggert, director general de esta organización, en la que se integran las principales compañías del sector presentes en el ... viejo continente, entre ellas Arcelor,Thyssen,Acerinox, Celsa o Liberty House. «Hemos visto una contracción de al menos el 3% este año, incluso cuando los precios de las materias primas y los costes de CO2 han aumentado. En particular, estos costes de CO2 no son asumidos por ningún otro productor en todo el mundo», se quejó, explicando la difícil situación en la que se encuentran los productores, con una menor demanda y sometidos a la competencia extrema del acero que llega de países extracomunitarios.
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Las quejas no son nuevas, pero ayer Eggert volvió a repetirlas justo antes de que hoy se celebre en Bruselas una reunión del Consejo de Asuntos Exteriores, un encuentro de los distintos ministros a los que las acereras reclaman que se impongan mayores medidas de defensa comercial para un sector muy amenazado. «Este año, las compañías europeas han anunciado recortes de producción de al menos quince millones de toneladas, 15.000 empleos han sido perdidos o se han puesto en peligro y esto se suma a la pérdida del 20% de la fuerza de trabajo desde 2008», cifró el director general de Eurofer.
La agenda de la reunión de hoy incluye una revisión de las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos (EE UU), así como una discusión sobre la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las relaciones comerciales con China. Estos son temas clave para el sector siderúrgico de la UE.
La reunión también podría ser una oportunidad para que los ministros aborden las medidas de salvaguarda de la Unión Europea. Las revisiones de la defensa comercial se pusieron en marcha «han resultado insuficientes», según señalan desde la patronal, a la luz de las circunstancias cambiantes del sector siderúrgico mundial.
«En primer lugar, son los aranceles de la sección 232 de los Estados Unidos los que impulsaron la redirección masiva del acero de su mercado al nuestro, impulsado por la persistente sobrecapacidad mundial de acero. En segundo lugar, la reforma de la OMC se está volviendo cada vez más urgente, ya que necesitamos medidas internacionales para garantizar que el comercio sea justo, incluso mediante la equidad ambiental. Necesitamos que la UE actúe de manera decisiva para evitar la desintegración de nuestro sector y salvar a las comunidades que dependen de él», insistió Eggert, que denuncia que las condiciones del mercado tanto de la UE como internacionales se han vuelto más negativas» y que «las distorsiones del flujo comercial están aumentando».
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