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Asturias sufrió un ligero repunte del paro en el mes de noviembre: 76 personas más están inscritas en las listas del Servicio Público de Empleo del Principado (Sepepa), lo que deja la cifra total de parados en 57.984, un 0,13% más que en ... octubre. Aun así, es la cifra más baja en un mes de noviembre desde el año 2007. Eso sí, en términos mensuales, el mercado laboral regional tuvo peor comportamiento que el conjunto del país, que anotó un descenso del 0,89%.
La industria y los servicios fueron los sectores que contribuyeron a amortiguar ese repunte. La directora general del Sepepa, Begoña López, lo atribuyó a las campañas del 'black friday' y a los planes de empleo y contratos en prácticas que van a poner en marcha los ayuntamientos en las próximas semanas y que, según dijo, ya han tenido un impacto en el mes de noviembre.
Las mismas actividades –industria y servicios—mantienen su tirón en la comparativa anual, en la que el número de desempleados bajó en 5.017 personas. Supone una disminución del desempleo del 7,96%, mayor que la del promedio del país (-5,09%). «Con este dato, la comunidad suma ya 32 meses de descensos interanuales consecutivos», añadió la directora del Sepepa.
Ahora bien, el colectivo sin empleo anterior preocupa. Son 6.163 personas y es a este grupo al que se debe el incremento del paro en noviembre. 164 personas más están sin trabajo, lo que supone un alza del 2,73% en el análisis mensual. El aumento interanual se queda en un 1,47%, pero es que de noviembre de 2022 a noviembre de 2023, es el único colectivo en el que aumenta el desempleo. «Pone de manifiesto que Asturias es incapaz de dar trabajo a las personas que se quieren incorporar al mundo laboral, y que acabarán yéndose si aquí no lo logran. Por eso, estamos reclamando un plan de choque por el empleo específico para jóvenes», apuntó María José Gutiérrez, responsable de Empleo del sindicato. USO hizo hincapié en que «esos 6.163 parados sin empleo previo suponen más del 10% del total y engloban tanto a los jóvenes que aún no han accedido a su primer empleo, como a trabajadores de más edad que abandonaron el mercado laboral y no han podido volver».
Es más, de ellos, el 32% (1.984) son mayores de 44 años. «El paro de larga duración en esta franja de edad es ya un problema estructural de Asturias», apuntó Miguel Rivero, coordinador de USO -Asturias.
En lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social, esta bajó en 518 personas entre octubre y noviembre, hasta situarse en los 379.280 ocupados. El descenso se debe principalmente a la caída de 1.182 afiliados en la hostelería, compensados parcialmente por el incremento de 520 de educación y 158 de comercio.
En los últimos doce meses, la afiliación mostró un signo positivo al crecer en 6.579 trabajadores (un 1,81% más), si bien su mejoría es la cuarta más moderada entre las comunidades. En contratación, se registraron 3.163 contratos menos (-14,23%) y 142 menos (-0,7%) en el último mes y año, respectivamente. En este sentido, el portavoz de Empleo del PP regional, Andrés Ruiz, señaló que «la contratación lleva 18 meses consecutivos reduciéndose» y apuntó que «el paro real es de 68.500 personas, puesto que hay que sumar todos los asturianos que quieren trabajar y no pueden (los demandantes de empleo no ocupados, demandantes con disponibilidad limitada y los afectados por ERTE). UGT, por su parte, reclamó potenciar y modernizar el Servicio Público de Empleo , «dotándole con más recursos económicos y humanos».
En el ámbito nacional, si en octubre ya se percibieron síntomas de enfriamiento al crecer menos que años atrás, en noviembre ya sí ha pinchado al destruir más 11.500 empleos, el peor dato desde el año 2019, aunque la Seguridad Social sigue manteniendo la barrera de los 20,8 millones de afiliados. El paro, sin embargo, se ha reducido en casi 24.600 personas hasta los 20,73 millones de desempleados, un recorte inferior al de los dos años precedentes, pero que –cabe precisar– tampoco muestra la realidad de cuántas personas quieren trabajar y no pueden, puesto que no recoge a los centenares de miles de fijos discontinuos que están sin actividad.
La temporada turística ahora sí se da por finalizada después de un octubre mucho mejor de lo habitual, con temperaturas más altas, que hizo que se alargara la época de vacaciones. Por ello, la mayor sangría de afiliados se ha producido en la hostelería, que termina noviembre con 115.539 trabajadores menos.
Lo que sorprende es que pese a esta sangría de puestos en el sector, el paro en servicios, lejos de aumentar, ha disminuido. ¿Dónde están esos 115.000 trabajadores de la hostelería que se han dado de baja en la Seguridad Social? Muchos de ellos, seguramente, son fijos discontinuos. Y lo mismo sucede en Baleares, donde se han perdido casi 90.500 cotizantes por el cierre de la temporada turística, pero el paro en esta comunidad solo ha crecido en poco más de 4.000 personas.
La educación, por tercer mes consecutivo, ha seguido tirando con fuerza del mercado laboral y ha conseguido compensar una buena parte de la destrucción tan fuerte que ha habido en la hostelería. Se sumaron 38.024 profesores más a las aulas este mes, lo que, unido a los meses de septiembre y octubre, suponen 322.000 más en apenas tres meses. Es algo habitual que en estos primeros meses de curso los colegios se refuercen para la temporada escolar para recuperar los puestos que se pierden en verano, pero lo que llama la atención es que este año comienza con cerca de 100.000 profesores más que un año atrás, sin que se pueda dar una explicación del porqué, puesto que no hay un incremento de los niños.
La Federación Asturiana de Empresarios (Fade) señaló que los datos de noviembre suponen «un estancamiento en el empleo, con un leve aumento del paro y descenso, también leve, en la afiliación». Según apuntó, «nos encontramos, una vez más, con una evolución más negativa que en el conjunto de España, si bien no tan acentuada como en meses precedentes» y consideró «imprescindible usar todos los instrumentos disponibles para incentivar el aumento de la actividad económica y el empleo, más aún con unas previsiones para 2024 afectadas por importantes incertidumbres».
Habló así, como también lo hizo UGT, de «instrumentos como los presupuestos de las administraciones públicas, que deben ser una buen herramienta para mejorar nuestra posición ante estos riesgos». Y añadió que los síntomas de enfriamiento se reflejan en las cifras de contratación. «El retroceso interanual tiene su origen en la mala evolución de la contratación indefinida y no logra compensar la trayectoria media positiva de la temporal».
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