Más de 29.500 asturianos, pendientes del alza del salario mínimo

En este sentido, Fade acusa al Gobierno de configurarse como un «auténtico regulador económico de muchas ocupaciones», puesto que la subida «supone más una intervención directa» que una garantía salarial, en un ámbito que cree que corresponde a empresarios y trabajadores.

Entre los argumentos que utiliza la patronal regional se encuentra «la especial debilidad del tamaño empresarial en Asturias», con 24.000 microempresas, que serán las más afectadas. Como dato ilustrativo, subraya, estas compañías, de entre 1 y 9 trabajadores, «tienen un resultado neto medio anual de 10.240 euros, después de destinar más del 80% del valor añadido producido al coste de personal, la cifra más alta de España». Por ello defiende la prudencia para que la subida de los salarios no implique la pérdida de empleo o que las empresas vean comprometida su existencia. Asimismo, advierte de que este incremento a las masas salariales de gran número de convenios «tendrá una repercusión directa, inmediata y no vinculada a mejora alguna, además de provocar un efecto indirecto de importante deslizamiento al alza sobre el resto de los tramos salariales».

A pesar de este rechazo por parte de los empresarios, el Gobierno de coalición necesita, después del contratiempo sufrido con la reforma laboral, sacar músculo a pocos días de las elecciones en Castilla y León, por lo que previsiblemente cerrará en los próximos días un acuerdo bilateral con los sindicatos. CEOE y Cepyme acusaron al Ejecutivo de tomar una decisión que responde «más a una aspiración política que a la lógica económica». Fue un velado mensaje de las patronales dirigido a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Las organizaciones de los trabajadores sí han dado el visto bueno a elevarlo a 1.000 euros, que era la petición que ellos habían realizado y además el pacto al que en realidad ya habían llegado con el Ejecutivo el pasado mes de septiembre. El responsable de Acción Sindical de CC OO en Asturias, Gerardo L. Argüelles, consideró ayer el incremento «de justicia social» y en línea con la Carta Social Europea, que recomienda situar el SMI en el 60% del salario medio del país. Negó, además, que pueda tener repercusiones negativas en el empleo: «No es hablar de paraísos fiscales, son rentas pequeñas que irán al consumo», argumentó. Su sindicato cifra en alrededor de 40.000 los asturianos que podrán beneficiarse de esa subida.

UGT reduce el cálculo. Según los percentiles de la Encuesta de Población Activa, podría haber, al menos, 29.500, aunque no hay cifras exactas. La secretaria de Política Sindical de UGT en Asturias, Mar Celemín, recuerda, además, que los principales beneficiarios del alza serán los trabajadores más vulnerables, sobre todo, trabajadoras, ya que los salarios bajos se concentran en el colectivo femenino, en actividades como la atención a la dependencia o las tareas del hogar. Asimismo, insiste en que, tras varios aumentos, «se ha demostrado que subir el salario mínimo no destruye empleo».