Un alcalde novato en la salida y otro de igual condición en la llegada. Y como si de una bendición de nuevos consistorios se tratase, sigue avanzando la 'Marcha del Aluminio'. Buenas palabras de sendos regidores, Miguel Ángel Oliveira y Guzmán Gómez, ambos del Partido Popular: «Apoyamos la lucha y la reivindicación» y palabras de apoyo, tanto sobre el asfalto como la operación que se disputa en los despachos.
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Conforme avanzan las etapas, las piernas acumulan cansancio pero la marcha gana músculo. Cualquier minuto para sumarse a apoyar a la decena de integrantes que han hecho íntegramente todas las etapas consideran que «es necesario». Y así, algunos trabajadores de Alcoa han empalmado la salida en el turno de tarde, unas horas de sueño, echarle a la carretera, 20 kilómetros con camiseta amarilla y vuelta en hora para estar en fábrica. Y la distancia desde Asturias empieza a ser considerable, tres horas de trayecto. «Si me dicen la Ruta del Cares pues igual paso, pero esto sean los kilómetros que sean, es necesario, por uno, por la familia...», cuenta Raúl Álvarez quien lleva 9 años trabajando en Alcoa tras sufrir la crisis de la construcción.
Y ese mismo viaje, las excursiones diarias que llegan desde Asturias organizadas por los sindicatos. En esta etapa, tanto dirigentes de USO y trabajadores de ArcelorMittal como afiliados de CC OO se hicieron ese mismo trayecto para acompañar un tramo del recorrido. También se sumaron, desde Valladolid, la Asociación de Parados en Movimiento.
Pueblos se recorren pocos dado que la ruta transcurre por caminos de tierra pero las llegadas empiezan a responder al mismo patrón: la perplejidad. En la presente, y dado el mayor tamaño de Medina del Campo, al cuadrado. A las pregunta curiosas de : «¿quienes son y qué piden?» les sigue, tras conocer la respuesta, el no menos habitual: «Puxa Asturies' o «Vamos asturianinos». E incluso, sin buscarlos, miradas cómplices: «¡Entiendo tanto lo que está pasando, estuvo mi hermano en un conflicto similar hasta hace poco (Made) y ahora por fin empieza a trabajar!», dice una vecina entre lágrimas.
Y entre tanto, los trabajadores de Alcoa han pasado los kilómetros en la tensa espera. Entre la acumulación de informaciones de ayer y las que esperan que se desarrollen entre hoy y mañana. Un día, poco más de mitad de etapa que, paradójicamente, también lo ha sido de impase en los ánimos. La octava unirá los puntos de Medina del Campo y Arévalo.
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