«Vamos a dar guerra y no nos van a echar de los mares de esta manera. Que lo tenga claro el Gobierno, cualquier partido político y todo el mundo». Dieciocho de los diecinueves patrones mayores de las cofradías de pescadores asturianas se han reunido ... esta mañana en su sede de Gijón para hacer ver el frente común ante los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), aprobados el martes por el Consejo de Ministros, y que recoge la reserva de tres áreas para el desarrollo de proyectos eólicos: dos, frente a la costa occidental y una frente a la de Gijón. Alegan que supondrán «la desaparición rapidísima de la pesca» por «la alteración brutal que los megamolinos van a causar en el ecosistema. Por los campos electromagnéticos y los ruidos». De hecho, aseguran que ya se lo advirtieron hace tiempo sus compañeros portugueses: «Luchad, no dejéis que os los instalen, porque desde que están aquí no tenemos ni salmonetes, ni caballas ni lenguados. Y todo por los aerogeneradores que había tres millas a la redonda como por los cables de evacuación». «No se arrima ni un pez».
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Aclaran así que su oposición «no es un capricho». «No estamos en contra de las energías renovables. De hecho, nosotros también estamos afectados por el cambio climático y vemos cómo especies que se van y que vienen. Pero sí que nos oponemos a que se nos eche del mar en un 'quítate tú para ponerme yo'».
Afirman que, visto el tremendo malestar del sector asturiano y gallego (integrados en la Plataforma en Defensa de la Pesca y de los Ecosistemas Marinos), el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se puso en contacto esta semana con ellos para abrir una mesa de negociación. Pero no la aceptan. Sus condiciones son dos y muy claras: «La retirada de los POEM y la dimisión de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Nos reunimos con él y la secretaria general de Pesca en La Coruña y todo lo que trasladamos cayó en saco roto».
Como publicó EL COMERCIO, mientras sus servicios jurídicos estudian presentar un contencioso administrativo una vez que el decreto salga publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), los asturianos se sumarán a la movilización prevista por sus compañeros gallegos el próximo sábado, día 11, en La Coruña. La asturiana, fijada inicialmente el día 18, queda de momento a la espera de mayor concreción, puesto que se ha abierto una consulta a todas las cofradías. Pero intención de protestar delante de la Delegación de Gobierno hay. Y de parar la flota, también.
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Asimismo, han trasladado una carta al presidente del Principado, Adrián Barbón, para que reciba a una delegación. El responsable del Gobierno asturiano señaló esta misma semana que la defensa del sector pesquero es «clara». Sin embargo, el sector pide que el consejero del ramo, Alejandro Calvo, salga de la cueva y se manifieste. Hace tres meses que le pedimos una reunión. Y la misma petición trasladan al ministro Luis Planas: «Que diga lo que piensa». «Para nada han contado con el sector pesquero por mucho que digan lo contrario».
Critican «la tremenda hipocresía cuando a los representantes políticos se les llena la boca con la falta de relevo generacional y la necesidad de fijar población». «Cuando estuvimos en Viana do Castelo -rememora el presidente de la federación de cofradías asturianas, Adolfo García- allí solo había tres personas trabajando en los parques eólico. Tanto que hablan de la generación de empleo. Pues bien: aquí somos 1.500 afiliados al Régimen de la Mar y hay estudios que sostienen que por cada pescador trabajan otros diez en tierra. Teresa Ribera no es consciente de que nosotros sí fijamos población y turismo. Y que el pescado es el alimento con menor huella de carbono».
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«Imaginen que cualquier hotel pegado a la playa de San Lorenzo se hiciese dueña del arenal y ya no fuera para todos. Pues ocurre lo mismo. Las eléctricas están privatizando el mar con el consentimiento del Estado», añade el patrón mayor de la cofradía de Llanes, Ángel Batalla. «Lo están subastando y no lo vamos a consentir». A tenor de los planes, la zona oriental es la menos perjudicada. «Pero si en El Cachucho no podemos faenar, el Cañón de Avilés quedará para ver ballenas y ahora hay tres zonas reservadas, las 250 embarcaciones esparcidas por la costa se concentrarán en ella. Habrá una sobreexplotación brutal y lo poco que queda quedará esquilmado ».
Van a pedir «el apoyo de todo el sector primario y también de toda la sociedad civil». Porque «las zonas reservadas están encima de caladeros muy importantes». Se refieren, en la costa occidental, a 'El Calvario' , en el que se pesca besugo, merluza, virrey, congrio. Y a 'El Callejón', en la costa gijonesa, con playas de merluza y que en tiempo de alevinaje existe veda. Y sobre los efectos en la biodiversidad, la secretaria, María José Rico, señala el mapa e indica que «hay planes incluso dentro del Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Cañón de Avilés».
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Consultados sobre posibles fórmulas para acercar posturas y el ofrecimiento de ayudas, la respuesta es rápida: «¿Ayudas para qué? Si son pan para hoy y hambre para mañana. ¿Qué futuro les vamos a dejar a los chavales? Queremos nuestras aguas tal y como las conocemos».
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