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La diversidad, ya sea «de pasaporte, de género o generacional», es «riqueza para todas las organizaciones». Es la afirmación más repetida por los cuatro ponentes que ayer participaron en el segundo encuentro 'Conversaciones Spaces' -patrocinado por EL COMERCIO y Ontier-, cuatro profesionales con formaciones y ... trayectorias diversas que comparten el haber desarrollado parte de su carrera en el extranjero o ser integrantes de equipos de trabajo internacionales.
«La diversidad tiene muchos rasgos y, por ejemplo, cuando trabajas con gente mucho más joven, te cambia totalmente la visión de las cosas», reflexionó Cristina Cuervo, experta en finanzas del FMI. «El reto de la diversidad es que requiere paciencia para entender, para buscar los puntos en común», añadió Carmen González, líder del Centro de Servicios Financieros de Axalta. Porque la diversidad exige «inclusión», subrayó Cristina Traviesa, directora financiera de IFF. Pero «siempre acabas dando con la fórmula que mejor encaje para tu organización», anotó José Lueje, director financiero de Empathy.co.
Pero los beneficios de la diversidad para las compañías y quienes trabajan en ellas no fue su único punto de acuerdo. Sus diferentes caminos, tanto académicos como laborales y geográficos, les han hecho concluir también que «la formación académica es necesaria, pero no suficiente». Los cuatro subrayaron que la «actitud», «las ganas», «el saber aprovechar las oportunidades» y «obviamente, los idiomas» -«el inglés es para todos», recalcó González- son pilares esenciales para construir una carrera internacional.
No dudaron en animar, sobre todo a los más jóvenes, a buscar «retos que te saquen de tu zona de confort» y vivir experiencias en el extranjero, pero «desde lo local se puede hacer carrera internacional», aseveró Traviesa, que apuntó que «si dejó algo bueno la pandemia es la deslocalización laboral, el trabajo en remoto», situaciones que abren nuevos oportunidades para el desarrollo y la reconversión profesional.
De este nuevo escenario -coincidieron también- se puede beneficiar Asturias, atrayendo nuevos residentes, aunque «echo en falta iniciativas para traer a la gente a vivir aquí y el aeropuerto es un hándicap», apuntó Lueje, que puso el acento en la alta demanda de informáticos e ingenieros de telecomunicaciones que persiste en las empresas del sector, si bien hablar hoy de diversidad también significa tener plantillas multidisciplinares que compartan un mismo objetivo.
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