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LAURA CASTRO
GIJÓN.
Domingo, 23 de junio 2019, 03:45
Quieren más garantías de las que en principio ofrece Parter para comprar las factorías de Alcoa en Avilés y La Coruña. Y también más información, pues desconocen los términos principales del preacuerdo entre la multinacional y el fondo suizo. La plantilla avilesina se niega ... a refrendarlo con «tanta incertidumbre» y acusan al Gobierno central y al Principado de dejarles a su suerte en el momento más delicado de todo este proceso que comenzó en octubre cuando Alcoa anunció los cierres de las plantas.
La multinacional les ha citado el próximo martes y les insta a llevar una decisión ya tomada: o la venta a Parter o la ejecución del plan social. Y será la última reunión o así lo quiere al menos Alcoa. Los representantes de los trabajadores insisten en que es un «chantaje» y un mecanismo para presionarles a ratificar el acuerdo, aunque no es obligatorio que lo hagan para proceder a la venta de las plantas. «Ellos querían dar el visto bueno al proceso y ahora la empresa se lo está pidiendo», explicaron fuentes de la multinacional aluminera esta semana.
Anuncio de cierre El 17 de octubre la multinacional convoca a los comités de empresa para anunciarles el cierre de las plantas de Avilés y La Coruña.
ERE El último día de octubre Alcoa presenta formalmente el ERE e inicia la negociación con los trabajadores.
Movilización histórica El 9 de noviembre más de 50.000 personas clamaron en las calles de Avilés contra los cierres. Trabajadores de otras industrias secundaron la movilización por el temor a un efecto dominó.
No a la intervención El 11 de noviembre la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, descarta intervenir las plantas.
Plantón al Gobierno y viaje a Pittsburgh El 14 de noviembre la empresa se niega a reunirse con el Ejecutivo central y diez días después la ministra de Industria, Reyes Maroto, anuncia un viaje a Estados Unidos para reunirse con la dirección de la empresa. Nunca se llegó a producir.
Primera reunión formal El 5 de diciembre Alcoa accede a reunirse por primera vez con Gobierno, autonomías y sindicatos.
Estatuto electrointensivas El 7 de diciembre el Gobierno anuncia un régimen eléctrico propio para las grandes consumidoras a cambio de no abandonar la actividad o de vender sus plantas. El borrador no convenció a la CNMC y el Gobierno trabaja ahora en mejorarlo.
Manifestación en Madrid El 9 de enero la marea amarilla tomó el Paseo de la Castellana para manifestarse frente al Ministerio de Industria.
Preacuerdo de seis meses En la madrugada del 15 al 16 de enero, los trabajadores y Alcoa llegan a un acuerdo para dar seis meses a la búsqueda de un comprador.
Evaluando inversores Hasta nueve ofertas no vinculantes se llegaron a presentar por la planta de Avilés. Entre ellas, las de Parter Capital, Quantum Capital Partners, Liberty House, Cunext, Aludium y el grupo IR.
Solo quedó Parter Finalmente se presentaron dos ofertas en firme y a pesar de los intentos de la plantilla y del Principado por convencer a Alcoa de que estudiase también la de Quantum, la multinacional se cerró en banda y eligió a Parter.
Nueva manifestación y reunión Mañana está convocada una manifestación en Madrid y el martes los trabajadores se reunirán con Alcoa para tratar de alcanzar un consenso en la venta a Parter.
El comité de Avilés, no en vano, se mantiene firme en su postura y exige más información para dar el sí a Parter. Además, pretende convocar una asamblea de trabajadores al día siguiente, el miércoles. «No vamos a tomar ninguna decisión sin estar refrendada por la plantilla», asegura. «Si Alcoa entiende que este fondo cumple los requisitos que firmamos en el acuerdo del ERE en enero, pues es su decisión. Nosotros no vamos a ser cabezas de turco para que si la venta sale mal, nos responsabilicen», señala Alberto Grijalbo (USO). «Es que no podemos firmar algo a ciegas», remarca Daniel Cuartas (UGT).
Los representantes de los trabajadores lamentan, además, que en la reunión del martes no vaya a estar el futuro comprador. «Queremos que nos expliquen cuál es su plan y que nos aseguren más de dos años de actividad y empleo», indica José Manuel Gómez de la Uz (CC OO), presidente del comité de Avilés. Y hace hincapié en que sin las series de electrolisis -donde se produce el aluminio primario-, que Parter no prevé arrancar hasta que el Gobierno abarate los costes energéticos, no habrá suficiente trabajo para los 317 empleados de la planta de Avilés.
Es más, el horno de reciclado (la fundición) solo daría empleo a aproximadamente medio centenar de ellos. Parter se ha comprometido a mantener el 100% del empleo durante dos años, pero los miembros del comité desconocen cómo lo hará. «¿Qué va a pasar hasta que se arranquen las series? Esto es algo que tenemos que hablar ya y tener claro», incide Gómez de la Uz, quien añade que «es que el Principado y el Gobierno central nos han dejado con un lío muy gordo». Y también quieren saber qué pasará si nunca se llegan a poner en funcionamiento, pues tienen serias dudas de que el Gobierno cumpla su compromiso y reduzca el precio de la energía para las electrointensivas. Es más, las grandes consumidoras del país lo consideran «irreal» y creen que el Ejecutivo no llegará a rebajarlo hasta los 40 euros por megavatio, tal y como reclaman. Por eso, la plantilla pidió al Ministerio de Industria que asumiera por escrito el compromiso de abaratar los costes energéticos antes de dos años, pero este se negó, según indicaron fuentes cercanas a la negociación.
Teniendo en cuenta esta situación de incertidumbre, la plantilla quiere que Parter asuma más garantías. «Necesitamos algún proyecto alternativo para seguir dando actividad a las plantas si no hay series de electrolisis y no sabemos si Parter lo tiene», apunta Cuartas. El fondo suizo ya ha advertido de que aplicará una reestructuración de plantilla si no consigue producir aluminio primario en las plantas, aunque también tratará de impulsar nuevos proyectos relacionados con el sector de la automoción, entre otros.
Por si se diera el peor de los escenarios y Parter terminara cerrando las factorías en el futuro, la plantilla quiere que el fondo suizo mantenga el plan social alcanzado con Alcoa, que contempla entre otras cosas, una compensación de 60 días por año trabajado sin límite de años y 10.000 euros por despedido.
No obstante, la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, pide a la plantilla que dé «un voto de confianza» a Parter y se comprometió a hacer todo lo posible para «convencer a la nueva empresa de las ventajas, posibilidades y atractivos de Avilés para que continúe su actividad y su proyecto industrial más allá de los dos años».
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