El cobro por cese de actividad dejará sin derecho a paro a 1.700 autónomos asturianos

No está claro quién ha tomado esta decisión, pero desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), su presidenta en Asturias, Patricia Oreña, ya augura una «avalancha de quejas y de demandas judiciales» cuando los afectados empiecen a ser conscientes. Calcula que entre un 25% y un 30% de esos 1.700 autónomos están pensando dejar su actividad definitivamente -entre 400 y 500- y se les comunicará que tienen consumidas todas las prestaciones, aunque en sus cálculos tuvieran más. De hecho, a falta de legislación que ampare la decisión de las mutuas, Oreña considera que las posibilidades de ganar un juicio para reclamar el periodo de protección que correspondía inicialmente son muy altas.

La situación no se da únicamente en Asturias. De hecho, ATA ya ha presentado reclamaciones en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dentro de los numerosos contactos que se están teniendo estos días. 110.278 trabajadores por cuenta propia tienen en la actualidad aprobada la cobertura por cese de actividad en el país.

Una de las autónomas asturianas que se ha encontrado con la sorpresa de que la mutua considera que ya ha consumido todas sus prestaciones es María José Vallina. Esta comerciante gijonesa lleva once años cotizando para tener este apoyo, «por lo que pudiera suceder», incluso mucho antes de que fuera obligatorio en 2019. Con 136 meses cotizados, al tenerse en cuenta solamente los últimos 48, le corresponderían según la Ley General de la Seguridad Social, aprobada por el Real Decreto Legislativo 8/2015, 24 meses de cobertura. Sin embargo, desde su mutua se le ha indicado que tras consumir 17, ya no tendrá derecho a más. Se han contabilizado doce meses de cotización por cada bloque de Cese de Actividad de los Trabajadores Autónomos (CATA), y fueron cuatro. Pero, además, al optar por la opción de compatibilizarlo con el trabajo por cuenta propia, Vallina ha estado cotizando los últimos 17 meses, lo que en teoría debería generar nuevo paro, algo que la mutua también rechaza.

«Para mí es un robo con premeditación y alevosía, a mano armada. Nos están engañando a todos», asegura indignada, sobre un tiempo al que la Ley General de la Seguridad Social le da derecho. Y le parece, además, gravísimo, que ni siquiera se haya informado a los autónomos de ese recorte.

Desde ATA se subraya también ese desconocimiento por parte de los afectados, aunque Oreña señala que, a partir de que acabe este mes y con él estas prestaciones extraordinarias, «la gente se va a dar cuenta de que no le quedan meses», todo «por un criterio que no se sabe en qué se ha basado». El problema será aún mucho mayor para aquellos que decidan cerrar el negocio, «que han hecho la cuenta lógica» y verán que no tienen ese dinero «con el que a lo mejor iban a pagar deudas o que necesitan para vivir».