El paro juvenil en Asturias se dispara de la tasa más baja del país a la más alta, con un 47,53%

También es negativo el balance en cuanto a la ocupación, que se sitúa en 381.400 personas, lo que supone una caída de 15.100 (-3,81%) en la comparativa interanual, que es la mayor destrucción de empleo entre las comunidades, y de 3.400 trabajadores (-0,87%) en comparación con el mes de noviembre. Respecto a la población activa, en Asturias había a cierre de año un total de 883.100 personas mayores de 16 años, lo que implica un aumento del 0,24% interanual. De ellas, 445.500 están activas ---trabajando o en búsqueda activa de empleo--, un 1,11% más que hace un año. De este modo, Asturias registra la tasa de actividad más baja del país, con un 50,45%, mientras que la nacional está en el 58,52%.

A la hora de analizar los datos, la gerente del Servicio Público de Empleo (Sepepa), Pilar Varela, señala que la realidad reflejada por la EPA no es favorable, pero «la propia configuración de la encuesta, con fuertes oscilaciones trimestrales, aconseja comparar períodos homogéneos y tomar en cuenta la evolución de las series medias para disponer de una radiografía más aproximada a la realidad del mercado laboral». De este modo, según Varela, las series medias de la EPA indican que el desempleo regional se situó, en promedio, en 55.600 personas a lo largo del año pasado y la tasa de paro en el 12,63%. El número de ocupados, por su parte, se elevó hasta los 383.000 y la tasa de actividad para el conjunto del ejercicio fue del 49,80%. «Si nos atenemos a estos datos, Asturias habría tenido el nivel de desempleo medio (siempre para el conjunto del año) más bajo en 14 años, es decir desde el 2008», recalca.

El director de Apoyo Corporativo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Ignacio García, pone de relieve que e panorama es «muy preocupante» pues, más allá de las posibles anomalías trimestrales, se observa una tendencia alcista del desempleo «a costa principalmente de la ocupación, con una importante disminución del empleo asalariado público creado durante la pandemia, y un gran incremento del desempleo juvenil». Por ello, considera «urgente la adopción de todas las medidas de impulso económico disponibles, apoyadas en una mayor actividad y creación de empleo estructural por las empresas y autónomos».

En cuanto a los sectores, la secretaria de Política Sindical de UGT Asturias, Mar Celemín, apunta que «todos arrojan un mal comportamiento», aunque la industria presenta unos resultados «menos inquietantes, al aumentar la ocupación en términos interanuales y en comparación con el trimestre anterior, aunque sea de forma muy moderada». Asimismo, la temporalidad muestra una caída «muy significativa, fruto de la reforma laboral, en torno a seis puntos menos que hace un año», cuando la región se situaba en unos niveles que superaban el 25% y ahora está en un 19,3%.

El responsable de Empleo de CC OO de Asturias, Severino Menéndez Minas, califica el escenario del mercado laboral asturiano como «desolador», con una tasa de paro que sube 4,4 puntos, hasta el 14,39%, y la juvenil, que se cuadruplica. Apunta, además, que la destrucción de 13.700 empleos en el sector público, mientras que el sector privado pierde 1.400. «Todo el empleo destruido en el último año es temporal (-23.300), mientras que el número de ocupados con contrato indefinido aumenta (+7.000)». Por ello, el sindicato insiste en la urgencia de un plan de choque en materia de empleo para jóvenes, mujeres y mayores de 45 años, y en la necesidad de «reforzar la lucha contra la pobreza y la vulnerabilidad».

Por su parte, Miguel Rivero, coordinador de USO-Asturias, señala que, «salvo en el primer trimestre de covid, el primero de 2020, la región no había tenido en estos últimos tres años tantos parados. Y por entonces, con actividad casi nula, había solo 1.000 parados más: 65.100«. Con los datos en la mano, subraya que »el Principado es la peor economía de la mitad norte de España«.

Mientras que la portavoz de IU en la Junta General, Ángela Vallina, lamenta el «salvaje» incremento de personas sin empleo en Asturias, que contrasta con la reducción del paro en el resto del país. «Son unos datos malísimos, muy malos, es una caída salvaje que exige medidas de choque, pero medidas rápidas, para la población en general y para la juventud en particular», apunta.

El secretario general de Foro, Adrián Pumares, insta al Principado a «replantear las políticas activas de empleo para hacer frente a las particularidades del mercado laboral asturiano«. A su juicio, el Gobierno »sigue sin escuchar, negando la evidencia que ofrecen datos como la tasa de población activa«.

Frenazo del empleo tras dos años de fuerte dinamismo. La resiliencia que había mostrado el mercado de trabajo tras la pandemia y que mantuvo contra todo pronóstico pese a estallar la guerra en Ucrania y aflorar la crisis de los precios y suministros se diluyó en la recta final del año y el empleo acusó ya la incertidumbre económica que se vive a nivel mundial. Así, en el cuarto trimestre de 2022 se destruyeron 81.900 ocupados, el peor dato desde el año 2013, en plena Gran Recesión, mientras que el número de parados subió en más de 43.800 personas, una cifra que no se veía desde el ejercicio 2012, según se desprende de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este jueves por el INE.

España tardó doce años en conseguir bajar el desempleo por debajo de la barrera psicológica de los tres millones de parados pero esta alegría ha durado apenas dos trimestres: 2022 se cierra de nuevo con 3.024.000 parados, mientras que la tasa roza el 13% al situarse en el 12,87%.

De igual manera, la fuerte ralentización del empleo, cuyo ritmo de creación se reduce hasta el 1,38%, frente a una tasa por encima del 4% con que inició el año, provoca que el número de ocupados caiga por debajo de los 20,5 millones, barrera que después de 14 años se volvió a traspasar el trimestre anterior. No obstante, se trata del mayor número de ocupados a final de año desde que estalló la burbuja inmobiliaria.

Máximo de indefinidos

Los datos globales del año también constatan la acusada ralentización del empleo: 2022 se cierra con la creación de más de 278.900 puestos de trabajo, prácticamente la mitad que en 2021; y con una reducción del paro en 80.000 personas, siete veces menos que un años atrás. Eso sí, en el año de la reforma laboral se produce una drástica bajada de la temporalidad de 7 puntos que llevan su tasa hasta el mínimo histórico del 17,93%, con lo que España se va acercando a la media europea. Esto se debe a que la contratación indefinida registró un nuevo máximo con más de 14,3 millones de trabajadores con un contrato fijo, gracias a un incremento histórico de casi 1,6 millones tras la entrada en vigor de la nueva ley, según destaca el Ministerio de Economía.

Además, la población activa (el número de personas en edad y disposición de trabajar) siguió aumentando de forma notable al elevarse en casi 200.000 personas en el conjunto del año, hasta aproximarse al máximo de 23,5 millones de trabajadores.

«Estos datos ponen de manifiesto que la economía española siguió creando empleo y reduciendo el paro en un año marcado por un entorno internacional de alta incertidumbre derivada de la guerra de Rusia en Ucrania», destaca el ministerio de Economía en una nota difundida.

La mayoría del empleo creado el año pasado fue a tiempo completo, con un incremento de 235.200 personas en el último año, muy por encima de los 43.700 puestos a tiempo parcial, con lo que la tasa se sitúa en el 13,59%. Sin embargo, el empleo a tiempo completo experimentó una fuerte destrucción en el cuarto trimestre del año, con 241.500 personas menos, mientras que el parcial se elevó en cerca de 160.000

El empleo creció en todos los sectores en el último año, salvo Agricultura, que registró un descenso de 86.900 ocupados. El sector en el que más aumentó la ocupación fue Servicios, con 314.300 trabajadores más, seguido de Industria, con 36.600 y Construcción, con 14.900.

La ocupación aumentó en la mayor parte de las regiones, salvo en Asturias (-15.100), País Vasco (-7.700) y Aragón (-5.000). Los incrementos se produjeron en la Comunidad Valenciana, con 102.700 ocupados más, Canarias (52.800) e Islas Baleares (33.800).