STARTinnova: del aula a la vida empresarial real

Es el caso de los alumnos ganadores de la primera edición de STARTinnova, que se celebró en el año 2013. Los alumnos del CEIP Carlos Bousoño fueron quienes se impusieron en la categoría de Primero de Bachiller. El equipo estuvo formado por César Adrián Fernández, Claudia Castrillón, Olaya Fernández, Daniel Jardón, Diego Mera y Claudia Suárez. Su proyecto fue montar una empresa de actividades de aventura en Boal.

César Adrián Fernández afirma que la experiencia de STARTinnova «fue muy enriquecedora». Del programa destaca que aprendió realmente lo que es el trabajo en equipo. Asimismo destaca «la importancia de la coordinación, la planificación y el esfuerzo de horas extra» para alcanzar los objetivos. Se decantó por estudiar el grado de Trabajo Social y lo combina con su trabajo en una institución de personas con discapacidad intelectual.

«Este tipo de proyectos te acercan a una situación de la vida real de cómo crear una empresa», explica Claudia Castrillón. La exparticipante en el programa, además de estudiar un máster en Oviedo regenta un negocio familiar en Boal y, según dice, el programa impulsado por este diario «me ayudó a tener una base sobre contabilidad, estructura de costes...».

Por su parte, Olaya Fernández estudió Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la Universidad de Oviedo. Participar en STARTinnova le aportó conocer «lo difícil y complejo que es crear desde cero una empresa y también que todo no lo puede abarcar una única persona». El programa lo recomienda sin dudar: «Es una buena oportunidad para que los estudiantes sepan lo difícil que es trasladar una idea, un proyecto, a la vida real».

Daniel Jardón se decantó por estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Pese a que sus estudios no están relacionados con el mundo empresarial, le aportó «nociones elementales» necesarias para poder llevar a cabo cualquier proyecto «que implique organización».

Su excompañero Diego Mera estudió un grado superior en Gestión de Ventas y Espacios Comerciales. Participar en el programa STARTinnova «fomenta el trabajo en equipo, y te ayuda a experimentar cómo podría ser una situación real a la hora de plantearse constituir una empresa».

Claudia Suárez coincide con sus compañeros en destacar la «realidad» del programa. «Ha sido lo más realista que hemos hecho en el Instituto, en el sentido de que intentamos analizar de la manera más precisa posible todo para ver la viabilidad del proyecto», explicó. Suárez finalizó ahora el grado de Economía en la Universidad de Oviedo y trabaja como becaria en una entidad bancaria.

El equipo de la Inmaculada de Gijón fueron los vencedores en la categoría de Segundo de Bachillerato y FP. El grupo estuvo formado por Marta Fariña, Laura Álvarez, Elena Barro, Alba García y Lucía Argüelles. Su proyecto era una cooperativa de fabricación de instrumentos musicales personalizados.

Marta Fariña estudió posteriormente ADE en Oviedo, «quería dedicarme a algo de empresa, y dentro de la misma a la parte creativa». Los conocimientos adquiridos a lo largo de STARTinnova la ayudaron durante sus estudios. «En un futuro, me gustaría emprender por mi cuenta», explica.

Laura Álvarez estudió Publicidad, Relaciones Públicas y Turismo. Del programa destaca que ayuda a trabajar en equipo, y a perder vergüenza «imprescindible en el mundo laboral».

Lucía Argüelles escogió Comercio y Marketing. «Durante el proyecto supe que me encantaba todo lo relacionado con las empresas y la comunicación», indica. No descarta poder emprender en un futuro.