Socialistas, populares y liberales pactan dar más margen a la industria con el CO2

El acuerdo de los grupos del Parlamento Europeo puede desbloquear la reforma del mercado de derechos y lleva a 2032 el fin de las asignaciones gratuitas

noelia a. erausquin

Miércoles, 15 de junio 2022, 17:59

No se atenderá por completo la petición de la industria, de alargar mucho más las asignaciones gratuitas de CO2, pero tampoco se reducirán drásticamente desde 2025 hasta desaparecer por completo en 2030, como propuso en un inicio el Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. ... Los diputados socialistas, populares y liberales han llegado esta mañana a un acuerdo que puede desbloquear la reforma del sistema de derechos de emisión en un punto medio, que supondrá que el recorte se inicie en 2027 y vaya hasta 2032, de tal modo que se pueda probar antes el funcionamiento del mecanismo de ajuste en frontera que también se propone. Esta herramienta pretende gravar los productos extracomunitarios que no pagan por contaminar, de tal forma que se igualen los sobrecostes que asume la industria local, que tiene que pagar por sus emisiones.

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La decisión no es firme. Aún tiene que pasar por el pleno del Parlamento Europeo, que se celebrará los próximos días 22 y 23 de junio, y después irá a los trílogos, la negociación con la Comisión y el Consejo, pero el paso dado hoy es importante y fija ya la posición de la mayor parte de la Eurocámara, después de que la semana pasada tumbara la reforma.

El pacto, en el que no han entrado los Verdes por considerar la propuesta poco ambiciosa desde el punto de vista climático, acepta que los tres grupos políticos respalden conjuntamente el grueso de las enmiendas aprobadas en la sesión plenaria de la pasada semana. Algunas de estas fueron adoptadas por un estrecho margen. Se mantiene el sistema revisado de cálculo de las tecnologías más eficientes que fija los criterios para el reparto de derechos gratuitos entre las distintas factorías. El texto que procedía del comité de Medio Ambiente eliminaba cerca del 40% de las asignaciones de Arcelor, ambición que ahora se rebaja. Los tres grupos se comprometen también a respaldar las enmiendas aprobadas por una diferencia muy reducida en torno a la eliminación de toneladas de CO2 del mercado de derechos respecto de los volúmenes emitidos en 2005. El ajuste será del 63% frente al 67% que proponía el Comité de Medio Ambiente.

Asimismo, las propuestas para eliminar gran parte de los costes de las emisiones de CO2 en las exportaciones europeas, que pasaron de nuevo por un estrecho margen en el último pleno, contarán ahora con el apoyo de los tres principales grupos parlamentarios.

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Por otro lado, las fuerzas europeístas fijan un nuevo calendario de reducción de los derechos gratuitos de emisión de CO2, ligado a la entrada en vigor del «arancel ambiental». Frente a iniciar el recorte de asignaciones en 2025 y dejarlas a cero en 2030 que proponía el Comité de Medio Ambiente, el de Industria reclamaba una transición 2028-2034. Finalmente, el acuerdo deja la horquilla en el 27-32, que da más tiempo a la industria asturiana, aunque no el que solicitaba el sector.

Es «un acuerdo muy positivo que, además de mejorar sustancialmente el texto aprobado por el comité de Medio Ambiente, plantea un calendario más favorable para la industria frente. Confío en que este pacto, que también incluye el arancel medioambiental y el Fondo Social para el Clima, sea refrendado en el pleno de la próxima semana», ha señalado el eurodiputado socialista asturiano Jonás Fernández, que volvió a afear a su colega asturiana, Susana Solís (Ciudadanos), que en el pleno de la semana pasada votara por el periodo 2027-32 y no el más favorable al sector 28-34.

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Bloqueo en el pleno

El pleno celebrado la pasada semana debía votar dos puntos trascendentales para el sector, y dentro de él, para factorías asturianas como las de Arcelor, Tudela Veguín, Asturiana de Zinc o Fertiberia: la reforma del mercado del CO2 y la creación del arancel ambiental. Sin embargo, la mayoría rechazó el diseño final del sistema de comercio de emisiones, lo que llevó a ni siquiera plantear el asunto del ajuste en frontera.

Era una incógnita qué depararían las votaciones, tras presentarse cientos de alegaciones al documento salido de la Comisión de Medio Ambiente. Esta planteaba empezar a recortar las asignaciones gratuitas a la industria ya en 2025 y reducirlas a cero en 2030, algo que el sector veía inviable. No obstante, no se preveía que hubiera un bloqueo como el que se produjo, después de que salieran adelante enmiendas más favorables a las empresas, que alargaban la eliminación de los derechos gratuitos hasta 2034 y ampliaban los índices de referencia para las asignaciones.

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Sin embargo, a la hora de votar el documento final con los cambios ya respaldados por la Cámara, la presidenta del Grupo Socialistas y Demócratas, la española Iratxe García, reclamó tres minutos de receso en los que se decidió decir «no» a la reforma. «Cuando la UE más necesita apostar por liberarse de las energías fósiles y asegurar su autonomía energética, el PP europeo negocia con la extrema derecha para rebajar las ambiciones», censuró. En el momento decisivo, con el pulgar hacia abajo, pidió el voto en contra a un texto que, en su opinión, había quedado adulterado. «No se puede pedir el voto a la extrema derecha para rebajar las ambiciones y luego pedirnos que votemos esto», insistió.

Sin disciplina de partido, hubo socialistas que se desmarcaron de esta decisión, entre ellos el asturiano Jonás Fernández, que confiaba en que se alcanzara pronto un amplio acuerdo, como parece que será ahora. La otra eurodiputada del Principado, Susana Solís (Ciudadanos), se mostró «extremadamente decepcionada con los votos.

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Ahora toca volvera a votar en el pleno y ver si, de nuevo, hay sorpresas, aunque no se esperan.

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