La siniestralidad laboral se cobró la vida de al menos 79 trabajadores asturianos en cinco años

En los últimos cinco años naturales, de 2019 a 2023, aquellos con datos cerrados, se produjeron en el Principado 444 accidentes de trabajo graves o mortales, según el análisis que hace el Sadei con las estadísticas del Instituto de Prevención de Riesgos Laborales, que realiza esa distinción. Fueron 395 dentro de la jornada de trabajo y el resto 'in itinere'. De hecho, en ese lustro, perdieron la vida 67 personas mientras desempeñaban su actividad y otras 11 cuando iban a su puesto o regresaban de él.

Las causas que se desglosan son variadas. 31 fallecieron por lo que se consideran patologías no traumáticas. Ahí entrarían las derivadas de enfermedades cardiovasculares, como los infartos, ictus, trastornos respiratorios...

Desde el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo se insiste en que, para minimizar estos accidentes, es fundamental gestionar adecuadamente los riesgos psicosociales, como el estrés, y la organización del trabajo, así como establecer políticas de promoción de la salud en las empresas. 28 perdieron la vida, sin embargo, por patologías traumáticas. Se trata de siniestros que generan más alarma, como los de este mes: el de los fallecidos en El Musel, en el que murieron en el acto dos operarios de la empresa de Montajes Astur Manzana, tras precipitarse al suelo desde una altura de unos diez metros; y el de Figaredo, en Mieres, al colisionar un tren de Cercanías de la línea C-8 Collanzo-Baíña contra la carretilla elevadora en la que se encontraba trabajando un operario de la contrata Semi. También fueron de este tipo los de Arcelor y Tadarsa. Además, ocho perecieron en accidentes en desplazamientos dentro de la jornada laboral y otros once lo hicieron cuando iban o volvían al trabajo.

De media, cada año, pierden la vida en Asturias más de quince personas en accidente laboral, mientras que se producen más de 1.000 siniestros con baja mensuales, la mayoría leves, eso sí. En el último lustro, fueron casi 58.000 de este tipo. Solo en 2020 no se alcanzó la cifra de los 10.000 siniestros anuales, aunque hay que tener en cuenta que fue el año de la pandemia, con meses de confinamiento y un aumento claro del teletrabajo.

En 2021, ya se superaron los 11.000, con un repunte de los graves y los mortales, 76 y 20, respectivamente, además de dos fallecidos 'in itinere'. Y en 2022, sin embargo, hubo más siniestros, 13.561, pero de menor consideración, 65 graves y 13 mortales, más otra persona que perdió la vida en el trayecto al trabajo. Mientras, 2023 no fue mucho mejor: menos accidentes, 12.085, pero la reducción vino del lado de los leves, porque los graves subieron a 69 y en los que se perdieron vidas fueron 20, más 5 'in itinere'.

Los hombres tienen una mayor probabilidad de sufrir un accidente laboral, según las estadísticas del Instituto de Prevención de Riesgos Laborales. En su informe de 2023, recoge que de los más de 12.000 accidentes que se produjeron el pasado año, el 68% correspondieron a varones frente al 32% del colectivo femenino que, sin embargo, constituye un 49% de la fuerza laboral.

Ellos sufren más siniestros y también de más gravedad. En el caso de los leves hay una brecha menor, pero los hombres siguen por delante. De los accidentes mortales que tuvieron lugar en Asturias el año pasado en el centro de trabajo, el 93,3% correspondieron a varones, el 86,9% en el caso de siniestros graves y el 69,9% en los leves. Solo en la estadística de accidentes 'in itinere', que suponen alrededor del 10% del total, se produjo una mayoría femenina. Ellas sufrieron el 59,5%. Sin embargo, cuando se atiende al resultado final, de nuevo los varones salieron peor parados, con el 80% de los mortales. En 2023 fallecieron yendo o volviendo del trabajo cinco personas en Asturias, cuatro eran hombres. En el caso de los graves, el 54,5% corresponden también a ellos. Sin embargo, en los leves, las mujeres son el 59,8%.

Por causas, los varones más que triplican el dato de las mujeres en el caso de los accidentes no traumáticos y los producidos en desplazamientos en la jornada laboral, mientras que lo duplican en los considerados traumáticos. ¿Y hay más probabilidades de sufrir un accidente según el sector? En 2023, el 57% de los siniestros se produjeron en los servicios, pero hay que tener en cuenta que emplea a casi el 75% de los trabajadores de la región. Fueron más de 6.300, por algo menos de 2.700 en la industria, el 24%, aunque la Encuesta de Población Activa fija el empleo en ese sector en el 14,2%. En la construcción hubo unos 1.700 accidentes (el 15,6%, con un peso en el empleo del 8,3%) y cerca de 350 en el sector primario (un 3%, con un porcentaje similar de trabajadores).