CC OO y UGT auguran «mayor conflictividad» si no hay inversión pública y subida salarial

Así se expresó anoche en 'La Lupa' José Manuel Zapico, secretario general de CC OO de Asturias, en un análisis que no difirió demasiado del que hizo su homólogo de UGT, Javier Fernández Lanero, quien también fue entrevistado por Juan Neira: «Es el momento de poner un pacto de rentas, lo que los sindicatos llamamos Acuerdo Nacional de Negociación Colectiva. Es el momento de que los empresarios se sienten en la mesa y de buscar fórmulas que den estabilidad, que traigan paz social». Y es que ambos líderes sindicales tienen claro que «la competitividad de las empresas no se consigue con precariedad laboral, no se hace con injusticia, ni desigualdad, ni empobrecimiento de los trabajadores», en palabras de Fernández Lanero.

A su juicio, la aprobación del llamado plan anticrisis del Gobierno de Pedro Sánchez y el tope aceptado para el precio del gas son medidas que pueden facilitar el entendimiento entre las partes: «Si controlas el precio de la energía, la inflación baja y eso tiene que dar estabilidad para sentarse a negociar con los empresarios», apuntó el líder de UGT Asturias.

De lo contrario, «después del verano, la situación puede ser dramática», advirtió Zapico, quien auguró que «va a haber mucha conflictividad si no hay inversión pública y si los empresarios no arriman el hombro aportando mayores salarios con la negociación colectiva y aportando al Estado más impuestos». Para afrontar este complejo escenario económico, CC OO y UGT defienden una revisión de la concertación social firmada con el Principado y la patronal asturiana el pasado diciembre. «Hay que ver si hay capacidad de arbitrar partidas para proteger a los colectivos más vulnerables y a las empresas, microempresas y autónomos», indicó Lanero, quien incidió en que «la protección social es fundamental porque trabajar no significa salir de la pobreza». Más preciso en cuanto a las medidas a adoptar para afrontar la dura realidad económica fue José Manuel Zapico: «Emplazamos al Gobierno de Asturias a sentarse a negociar esa reformulación de la concertación con ideas muy concretas: bajada a la mitad del billete de autobús y tren, duplicar las ayudas a la pobreza energética y de emergencia social, y crear un fondo de contingencia para ayudar a pymes y autónomos».

El primer paso hacia ese posible nuevo acuerdo de concertación ya está dado. Para la próxima semana, está prevista una reunión entre los sindicatos y la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), a fin de instar al Ejecutivo de Adrián Barbón a convocar una reunión «urgente» para abordar la negociación.

La situación de la gran industria de Asturias, en especial la de Arcelor, también fue objeto de análisis. Ambos coincidieron en emplazar a la multinacional a sentarse a hablar sobre el plan de descarbonización -que supondrá una inversión de mil millones de euros y la salida de hasta 970 trabajadores- y el acuerdo marco, que está en plena negociación. Los sindicatos defienden la subida de los salarios y mantener los contratos relevo, reclamaciones a las que Arcelor no es favorable en los términos que piden. Sin pacto social, la empresa amenaza con no llevar a cabo la inversión, pero los sindicatos se mantienen firmes: «No se puede empezar a hablar de descarbonización poniendo despidos encima de la mesa», subrayó Zapico.

En este sentido, el secretario general de CC OO de Asturias subrayó que, «si hay o no inversiones, dependerá de muchos factores, entre otros, seguro, de que España tenga un precio de la luz competitivo. Creo que eso va a ser más determinante para consolidar esas inversiones, mucho más que otras cuestiones». Lanero, por su parte, recalcó que «no se puede pretender hacer rentable ni a esta empresa ni a ninguna otra a costa de los salarios» y que «manteniendo la producción y los empleos se pueden buscar acuerdos».

Para ambos dirigentes, esta situación está relacionada con una equivocada política de transición energética. Aceptando que debe llevarse a cabo, Zapico consideró que «no está siendo justa, porque se destruyen empleos antes de crear puestos de trabajo» y el líder de UGT, utilizando el mismo calificativo, criticó: «Queríamos abanderar las energías renovables, ser los primeros en eficiencia energética y, al final, hemos cerrado precipitadamente».

Fernández Lanero y Zapico hablaron también del «triste final» de Alcoa y de la «ejemplar lucha» de los trabajadores y, si bien ambos criticaron el papel del Ministerio de Industria, el secretario general de CC OO fue mucho más rotundo. «Se ha traicionado a la plantilla», llegó a decir, al tiempo que reclamó «un pacto de Estado por la industria que garantice que empresas estratégicas tengan futuro y viabilidad».