Los sindicatos arremeten contra Fade por «criticar derechos» a costa del absentismo laboral

El líder de CC OO, José Manuel Zapico, fue más allá e incluso aseguró que «en Asturias no hay absentismo», puesto que esto implica ausencias voluntarias e injustificadas que pueden sancionarse. «Lo que Fade llama absentismo no son más que derechos laborales, tener permiso de maternidad, de paternidad, estar de vacaciones o tener una incapacidad temporal porque has enfermado», señaló, para acusar a los empresarios «de criminalizar lo que son derechos laborales». En este sentido, calificó las palabras de su presidenta, María Calvo, como «un discurso desalentador». «Se equivoca si cree que así va a conseguir mayores índices de productividad», apuntó también, para «llamar al raciocinio y a recuperar la normalidad», apostando por «relaciones laborales modernas en las que se reconocen los derechos de los trabajadores, porque traen más bienestar a las empresas y la sociedad».

Por su parte, el secretario general de UGT, Javier Fernández Lanero, reconoció que «el absentismo es alto», pero pidió ir más allá y analizar los problemas de salud mental o la insatisfacción de los trabajadores. «La precariedad laboral está detrás de muchas bajas porque genera muchas tensiones», expresó, para censurar que los empresarios «discutan continuamente el papel de los sistemas públicos de salud y de los sanitarios», en referencia a que las patronales reclaman que sean las mutuas las que gestionen las incapacidades temporales.

«Es una obsesión de Fade», afirmó sobre ese posible cambio, que describió como «discurso del siglo pasado». Y como Zapico, aseguró que las compañías se equivocan si creen que encontrarán más competitividad «a costa de que los trabajadores tengan menos derechos, salarios y condiciones laborales peores». Por contra, apuntó que esta se encuentra en el modelo productivo, en la tecnología, en la I+D+i o en productos de alto valor añadido. «Al final, lo único que hacen es criticar a los sistemas públicos de salud y los sanitarios, que son de las mejores cosas en España», concluyó.

Precisamente, ayer, Fade puso cifras al efecto de las bajas en la región. Según calcula, en el año 2023 supuso un equivalente en jornadas laborales al de 12.788 trabajadores, como si casi 13.000 no hubieran acudido a su puesto ningún día del año. Se trata de cerca de un 40% más que en 2019. Solo el coste directo para las firmas de la comunidad y el importe de las prestaciones a cargo de las mutuas supera los 280 millones de euros, cuantificó, durante un encuentro en Álava entre los presidentes y secretarios generales de las patronales de La Rioja, Cantabria, Álava, Soria, Navarra y Asturias para discutir los desafíos actuales a los que se enfrentan las empresas españolas.

Sin estadísticas oficiales como las del INE para comparar, los datos que maneja Fade apuntan a que hay procesos activos por el 6% de la población protegida, una cifra de récord. «Por tener una referencia, el año 2015 se cerró con la mitad de esa tasa», indicó la patronal. Y el factor demográfico, con un mayor envejecimiento de las plantillas, no parece sustentar el ritmo de crecimiento de las bajas por contingencias comunes porque, entre 2019 y 2022, último dato disponible, aumentaron sobre todo en trabajadores de entre 21 y 40 años, mientras que disminuyeron en los mayores de 56 años.

Calvo reclamó, además, que se acometa con urgencia una reforma en los servicios públicos de empleo. «Es crucial que revisemos las políticas activas de empleo para mejorar la capacidad de casar la oferta y la demanda de puestos de trabajo. Solo así podremos mitigar el impacto negativo del absentismo y garantizar la sostenibilidad y crecimiento de nuestras empresas», argumentó.