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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la aprobación de un nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) destinado a la fabricación de microchips y semiconductores y dotado con 11.000 millones de euros de inversión pública. «Son un elemento básico ... de todos los sectores energéticos y adquieren una importancia geoestratégica mundial en un contexto de transformación digital», ha indicado.
Sánchez ha defendido que España no va a perder la carrera de la tecnología más avanzada, sino todo lo contrario: «El Gobierno quiere que nuestro país se sitúe a la vanguardia del progreso industrial y tecnológico», ha remarcado. Por ello, el presidente ha destacado la «apuesta ambiciosa» por impulsar este PERTE , que busca atraer importantes inversiones en la industria de los semiconductores y de las nuevas tecnologías relacionadas, que serán «clave» para alcanzar la autonomía estratégica ansiada a nivel europeo.
El anuncio llega en un contexto marcado por la tensión que se vive en la industria automovilística española, fuertemente afectada por la falta de estos materiales clave en las cadenas de producción. El problema se viene gestando prácticamente desde el tramo más duro de la pandemia: con la recuperación económica, las fábricas no son capaces de abastecerse ante la demanda de vehículos nuevos y la imposibilidad de que chips y semiconductores lleguen desde los países que más los fabrican, como China.
De hecho, los datos de matriculación del mes de marzo revelaron unas ventas de 59.967 turismos, lo que supone una reducción del 30% con respecto al mismo mes de 2021, en plena recuperación tras el parón por la pandemia. Las ventas cada vez están más lejos de recuperar cifras normalizadas y se colocan muy por debajo de los niveles de 2012. La falta de microchips sigue lastrando el mercado y las alquiladoras vuelve a ser el canal que más sufre. Además, los altos precios de los carburantes han influido de forma muy decidida en las compras.
Dentro de su Plan de Recuperación, el Ejecutivo ha impulsado nueve proyectos estratégicos: el PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado; el Perte para la salud de vanguardia; el de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento; el agroalimentario; el Nueva economía de la lengua; y el Economía circular; el naval; el aeroespacial y el de la digitalización del agua.
En total, con estos proyectos estratégicos el Gobierno calcula que se movilizarán un total de 56.000 millones de euros, de los que 19.000 provienen de los fondos europeos y el resto supone apalancar inversión privada.
Además, el Gobierno contempla también la próxima aprobación del Perte sobre la economía social y los cuidados, además del Perte de microchips y semiconductores anunciado este lunes por el presidente del Ejecutivo.
El impulso de este nuevo Perte se enmarca en un contexto marcado por la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia, que ha provocado un 'shock' en la oferta ante el peso exportador de estos países sobre determinadas materias primas. En este sentido, Sánchez ha explicado que ambas regiones son proveedoras fundamentales de argón y de neón, que se utilizan en la producción de los semiconductores.
Pese a esto, el presidente ha señalado que este impacto de la guerra no desvía al Gobierno de su objetivo de modernizar el país, para lo que será «fundamental» la aceleración en el despliegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Según ha informado el propio presidente, en los nueve meses desde que se aprobó el Plan, se ha autorizado el gasto 27.928 millones de euros de los ejercicios presupuestarios para los años 2021 y 2022.
Además, se han publicado en la página web del Plan de Recuperación un total de 1.612 convocatorias por un importe de 27.027 millones de euros, de las que ya se han resuelto más de 524 por 8.552 millones, alcanzando a 11.486 proyectos beneficiarios.
Por otra parte, Sánchez ha puesto en valor la aprobación del 'Plan de Respuesta' al impacto económico de la guerra en Ucrania, para el que el Gobierno contempla la movilización 16.000 millones de euros con este plan, de los que 6.000 millones corresponden a ayudas directas y bajada de impuestos y otros 10.000 al impulso de una nueva línea ICO.
En el Plan se incluyen algunas medidas en el plano energético, ya que según Sánchez el mercado de la energía a nivel europeo «no está funcionando ni resistiendo al estrés al que viene sometido de un tiempo a esta parte».
En este sentido, y tras reconocer él Consejo Europeo a la península como 'isla energética', los gobiernos de España y Portugal han presentado una propuesta preliminar a la Comisión Europea que establece un precio de referencia para el gas de 30 euros el megavatio (MWh), frente a los 120 euros a los que cotiza hoy.
Sánchez espera que antes de que finalice el mes de abril España y Portugal tengan una respuesta por parte de las instituciones comunitarias que les permita alcanzar el fin de abaratar el precio de la electricidad.
«Esta posible solución evidentemente no llevaría aparejado un aumento del déficit de la tarifa ni tampoco tendría un impacto sobre las cuentas públicas. El propio sistema lo absorbería y lo regularía», ha explicado el presidente del Gobierno.
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