Sánchez anuncia 2.300 millones para el hidrógeno verde y las renovables

El grueso de la inversión, hasta 1.200 millones de euros, se destinará a iniciativas de producción y consumo de hidrógeno renovable en clústeres o valles de este vector energético. Son un paso más a las ayudas otorgadas a esta tecnología, como los 300 millones destinados a 30 proyectos pioneros, otros 230 millones a 40 proyectos de cadena de valor y los 794 millones a siete proyectos estratégicos de interés común europeo (IPCEI), entre los que figura el valle del hidrógeno planteado por EdP en Aboño para dar una nueva vida a la central térmica.

Por su parte, 750 millones se dirigirán a proyectos de la cadena de valor renovable para desarollar una nueva industria en España de equipos y componentes de energías limpias, así como para desarrollar nuevas capacidades tecnológicas e industriales en energía solar, eólica, bombas de calor, baterías para usos energéticos y electrolizadores para generar hidrógeno verde. Otros 120 millones se emplearán en respaldar proyectos piloto singulares de comunidades energéticas, que se suman a los 100 millones que ya se han adjudicado en los últimos años.

Por último, Sánchez indicó que se aportarán 250 millones para proyectos innovadores de energías limpias y almacenamiento e implantación de sistemas térmicos renovables, para facilitar su integración en la agricultura, infraestructuras y en los barrios y pueblos (autoconsumo colectivo y bomba de calor para sustituir climatización fósil). Los fondos los gestionará el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entidad adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica.

El presidente enmarcó ese impulso a la transición energética en la pérdida de competitividad que sufre Europa con respecto a Estados Unidos o China durante los últimos años. Sánchez explicó que cada año 300.000 millones de fondos europeos se van a parar al extranjero. «Con nuestros ahorros lo que estamos haciendo es financiar el crecimiento de otras economías, fundamentalmente de Estados Unidos, luego compramos sus productos, que sus empresas fabrican y financian y finalmente nos imponen aranceles a la exportación de nuestros bienes y servicios», apuntó. Así, el presidente considera que «hay que corregir este error» y utilizar el dinero de los europeos para invertir en Europa y atraer industrias al continente que generen nuevos empleos.